Helados
Es uno de los grandes referentes del país. ¿Quién no ha oído hablar de los helado italianos? En concreto, de los sicilianos, que son los que más fama tienen. Es uno de sus productos más deseados y a diferencia de la pasta, deben tomarse in situ así que nada de llevar helado en la maleta cuando vengáis de visita.
A pesar de que el helado tal como le conocemos fue famoso gracias a la introducción en Francia del mismo, sus orígenes italianos le hacen un alimento imprescindible en todas las ciudades del país. En Milán, por supuesto, también lo tenéis, aunque es el lugar donde más caro se vende el helado de toda Italia. Aquí, el kilo lo podéis llegar a ver por 25 euros y la media de un cono con dos bolitas no suele bajar de los 2 euros.
Helados
Y para todos los que no hayan probado un buen helado en Italia, la diferencia con el que estamos acostumbrados en España es su cremosidad. Los helados italianos son muy cremosos y super ricos. Nada de encontrar un trozo de hielo mientras lo estás degustando como me ha pasado muchas veces en Madrid, o que veas que está tan tan congelado que la pobre heladera no tiene fuerza para sacar una bolita de ahí. Eso aquí no ocurre, el helado debe servirse cremoso y no debe costar cogerlo y hacer una bolita con él.
Una curiosidad que encontraréis aquí es que no he visto nunca usar las típicas cucharas que hacen bolitas de helado para ponertela en tarrina o en el cucurucho (aquí se llama “cono“). En italia, los heladeros usan la pala de heladero clásica, que no deja de ser una pala con la que sacan las bolas de helado. A decir verdad, no tienen forma de bola, pero el helado clásico es así, no son bolas. Sólo en las casas se usa ese utensilio-hace-bolitas.
Otra de las curiosidades en el mundo de los helados italianos es que el helado de nata que nosotros conocemos, aquí se llama “fiore di latte” (flor de leche). No encontraréis nata por ningún sitio si lo buscáis por ese nombre. Lo que sí podréis tener es helado de “panna” que significa nata. Pero el helado que nosotros conocemos como nata, el blanquito, es fiore di latte.
A todo el mundo le gustan los helados, y a los italianos más qua a nadie. A pesar de la crisis, las heladerías han crecido un 2,3% al año y entre los gustos favoritos aquí, triunfa el chocolate puro (cioccolato fondente), el sabor pistacho (pistacchio), el sabor de avellanas (nocciola) y la crema y sabores de fruta.
Por último, os contaré que en Milán se cuenta que el mejor helado lo piodéis encontrar en la heladería “Gelato Giusto” (Vía San Gregorio 17), cerca de Porta Garibaldi.