El mejor director europeo menos conocido

Uno de los grandes directores suecos de todos los tiempos, una película monumental y un monumento a la vida y la existencia, y todo teñido en el toque de la más bizarra comedia. La obra cumbre de Roy Andersson se planta en los cults para sacarnos una sonrisa, o una lágrima, en los últimos días de un verano ya derrotado por el implacable septiembre. 

5 RAZONES PARA VER LA COMEDIA DE LA VIDA

1. Historias de una vida

Fragmentadas, locas, bizarras, pero todas con un punto en común: la inutilidad del ser humano para la soledad. Somos seres sociales, necesitamos ser amados, apreciados y valorados, y Roy Andersson nos lo demuestra a través de las diferentes historias de un grupo bien variado de personajes. 

2. Fusion Bergman Monthy Python

Todo el existencialismo procedente del cine de Bergman se fusiona con la comedia más bizarra y sin sentido de los Monty Phyton. Ante tal mezcla de, a primera vista, irreconciliables influencias, ¿quién puede resistirse a verla? 

3. ¿Quiere usted participar en mi película? 

O esto es lo que hicieron Andersson y su jefe de cásting para encontrar a los actores que le darían forma a su visión de la vida. Amateurs en su totalidad excepto algunos casos como el de Bengt C.W Carlsson. 

4. La película empeñada

Los problemas financieros por los que pasó Roy Andersson para poder sacar adelante su película no fueron pocos. Tuvo que recurrir a casas de empeño o a parar el rodaje para grabar anuncios. Afortunadamente, acabó consiguiendo financiación gracias diferentes organizaciones, con las que consiguió reunir 5 millones de euros. 

5. ¡Desde el principio! 

Andersson es muy famoso por repetir las tomas hasta la extenuación. Un máximo de ciencuenta veces y un mínimo de diez, y eso que declaró que en "La comedia de la vida" se había controlado.