Desde que me intereso por el minimalismo he estado buscando sinónimos y corrientes parecidas para poder situar el movimiento en el tiempo. No podía creer que la filosofía de rechazar la carrera consumista sería algo nuevo. La tensión entre consumismo y felicidad ha existido desde siempre, si entendemos el consumismo como una forma de impresionar a los demás antes de escucharnos a nosotros mismo.
Hace unos meses entonces un colega de trabajo me comentó que mis ideas le sonaban mucho a la corriente de filosofía del estoicismo, especialmente en su vertiente romana. Como mis conocimientos de filosofía se reducían a la filosofía política, añadí este tema a mi lista de lectura. Y estas vacaciones he aprovechado para leer algunos libros al respeto. Entre Seneca y Marcus Aurelius destacó el trabajo de un profesor de filosofía de la Wright State University: William B. Irvine: A guide to the good life. The ancient art of stoic joy. (Una guía para la vida buena. El arte antiguo de la alegría estoica).
Me parece que todavía no existe una traducción española de este libro, aunque sí he encontrado un resumen o una recomendación en español que te puede dar una primera idea. Yo ya he decidido que leeré el libro nuevamente, pero con un poco más de calma. Aprovecharé esta revisión para compartir contigo lo que estoy aprendiendo al poner las tácticas del estoicismo en práctica en la vida diaria.
El gran malentendido estoico: las emociones
Estoico, según el diccionario, significa “que no muestra emociones”. Parece entonces que los filósofos del estoicismo serían individuos reprimidos sin emociones. Sin embargo los estoicos no tenían nada en contra de las emociones positivas, pero sí pretendían reducir al máximo posible la presencia de emociones negativas. Buscaban maneras para tener una vida positiva, plena de alegría, y con un mínimo de emociones negativas (como la ira, el miedo, la envidia). Para ello utilizaron trucos psicológicos, su propio raciocino, y ejercicios diarios para llegar más cerca al ideal de una vida contenta.
Minimalismo y estoicismo: viviendo una vida plena
La esencia tanto del estoicismo como del minimalismo es mostrar un camino para vivir tu vida de la forma que te hace feliz a ti. Este camino es individual, pero la meta es experimentar el máximo de bienestar y felicidad, con un mínimo de estrés y de emociones negativas. El estoicismo entonces es un minimalismo aplicado a las culturas griegas y romanas del siglo antes de Cristo. Mientras hoy el reto es convivir y superar el consumismo frenético, hace 3 siglos el reto era convivir y superar la competición entre clanes y familias por tener más dinero, o más poder político.
Gracias a los textos de Seneca, de Marcus Aurelius, y de otros estoicos importantes que han sobrevivido al tiempo, es posible reconstruir muchas de las ideas estoicas y transferirlas a un minimalismo práctico. Son estos impulsos que me gustaría compartir contigo poco a poco en las próximas semanas.
Y si mientras tanto quieres leer algo más sobre la filosofía, en español, entonces recomiendo tres estoicos influyentes. Por cierto, ¿sabías que Seneca era de Córdoba?
- Textos clásicos de Seneca: De la Vida Bienaventurada, De la tranquilidad del ánimo, De la brevedad de la vida
- Las cartas de Seneca a Lucilius
- El Manual de Epicteto (Encheiridion)
- Meditaciones de Marcus Aurelius (en parte, algo repetitivo)