“Permitir el acceso de una mujer al gobierno, a la supremacía, a la autoridad o al imperio es, en cualquier reino, nación o ciudad, es repugnante y contrario a la naturaleza (…) una muestra de desprecio hacia Dios, uno de los gestos más opuestos a Su Voluntad revelada y a sus leyes reconocidas y equivale, en último término, a la destrucción del buen orden y de toda posibilidad de equidad y justicia” aseguraba el líder de la Reforma Protestante en Escocia y fundador del presbiterianismo.
Knox, quien se consideraba unmensajero de Dios, se sirvió de ejemplos del Antiguo y Nuevo Testamento para demostrar que las hembras “débiles, imprudentes, frágiles, impacientes y tontas” según su esclarecida visión, lejos de controlar, deben ser controladas.
Promoverlas al ejercicio de cualquier forma de autoridad implicaba, a su entender, la “subversión del orden, de la equidad y de la justicia”. Venerables Padres como San Agustín –quien no dudó de la inferioridad de la mujer- asistieron la inspiración del presbítero y ratificaron su convicción.
Se cuenta que cuando Knox estaba en Ginebra y se preparaba para hacer oír su “segundo toque de trompeta”, falleció María de Inglaterra. Encantado con la noticia y asumiendo que gozaría del favor y protección de la nueva reina –después de todo, la pelirroja era de su mismo "palo religioso”- hizo las maletas y se puso en marcha inmediatamente para presentar respetos a la soberana…no imaginó que la culta Isabel había leído con mucha atención The first blast of the trumpet against the monstruous regiment of women.
Sin disimular su contrariedad (y repulsión) la quinta y última monarca de la dinastía de los Tudor, condenó el folleto oficialmente por decreto real y prohibió al autor poner los pies en Inglaterra, no sin antes advertirle que ese “The first blast…” sería “The last blast”, el último toque- atropello contra las mujeres, o el hombre se quedaría sin instrumento para tocar…cualquier cosa. Por supuesto, después de la mayestática orden, la trompeta de Knox, enmudeció.
Notita: En 1564, años después de su polémico panfleto, Knox –viudo y largo cincuentón- volvió a casarse con una joven de 17 años…pariente lejana de su odiada María Estuardo.
Fuentes:
. Knox, John. The First Blast Of The Trumpet. Edición reimpresa. Kessinger Publishing, 2004 . Wiesner, Merry E. Women and Gender in Early Modern Europe.New Approaches to European History. Cambridge University Press, 2000. Pág. 288 . Fauré, Christine. Enciclopedia histórica y política de las mujeres: Europa y América. Traducido por Marisa Pérez Colina Ediciones AKAL, 2010. Pág. 80 . Wikipedia: enlaces en texto. Imágenes: Internet