09 de Agosto del 2013 | etiquetas: Ruta Classics, Cuadernos de Verano
Twittear¿Son la fascinación y el desprecio dos sentimientos compatibles? ¿Se puede separar el valor estético del contenido? Preguntas que no paran de resonar mientras ves una de las películas más controvertidas de la historia, que acabó convirtiendo a su directora en una paria a los ojos del mundo. La única pregunta que no podemos dejar de hacernos es donde habría llegado esta visionaria si no hubiese caído en las garras de los nazis.
5 RAZONES PARA VER EL TRIUNFO DE LA VOLUNTAD
1. Atemporalidad estética
"El triunfo de la voluntad" es una película de propaganda pura y dura, de una hora y cuarenta minutos, así que lo que podría ser un aburrimiento digno del No-Do, se convierte en una película con un montaje y ritmo endiablados. Los encuadres bien podrían estar sacados de cualquier película contemporánea y su fuerza visual ha inspirado a muchos directores que vendrían después, incluso en circuitos comerciales ("El Rey León" o "La guerra de las galaxias")
2. Haneke te la pasaría en clase
Con el objetivo de mostrar como películas de tan diferentes persuasiones, pueden imponerse a través del uso del montaje y el sonido en la conciencia del espectador.
3. Imágenes que aterrorizaron al mundo
Si nos ponemos en contexto, "El triunfo de la voluntad" tuvo que ser el mayor detonador del miedo hacia lo que se estaba gestando en Alemania. El ejército, la movilización, esa adoración divina y enfermiza a la figura de Hitler... Los gobiernos del mundo temblaron al ver tal demostración de intenciones y en Alemania aún tiemblan con ella. Solo se puede proyectar con contextos educativos.
4. No solo Riefenstahl cayó en las garras de la propaganda
Aunque menos exaltado, un joven Akira Kurosawa llegó a realizar una película propagandística para así evitar la censura del gobierno japonés. “La más bella” animaba a las jóvenes japonesas a unirse a la gran máquina de producción bélica que se estaba gestando en el Sol Naciente.
5. Sus palabras para defenderse
"Si hoy vuelves a ver la película podrás establecer que no contiene ninguna escena reestructurada. Todo lo que hay es cierto. Y no contiene una lectura tendenciosa para nada. Es historia. Es una película puramente historica.. es film-verité. Refleja la verdad de 1934, historia. Es un documental, no un film de propaganda. ¡Oh! Sé muy bien lo que es la propaganda. Consiste en recrear hechos para ilustrar una idea o, a raíz de ciertos eventos, para quitar importancia a una cosa y así acentuar otra. Yo me encontré a mi misma, a mi, en el corazón de un evento que era la realidad en cierta época y cierto momento. Mi película está compuesta de lo surgió de ello."