Entre los ocho estrenos de cine anunciados para hoy, figura Le nouveau, película francesa que se alzó con dos distinciones cuando en abril pasado participó del 18° BAFICI: el premio SIGNIS y aquél acordado por el público. El reconocimiento sorprendió poco a los espectadores que en ese momento sentimos la ficción de Rudi Rosenberg como una caricia al púber que fuimos alguna vez.
La clave de esta hazaña parece encontrarse en la combinación entre un guión consistente -que el mismo director escribió con la colaboración de Bruno Muschio e Igor Gotesman- y el magnífico desempeño de Réphaël Ghrenassia, Joshua Raccah, Géraldine Martineau, Guillaume Cloud-Roussel, Johanna Lindstedt entre otros jóvenes actores.
El primer largometraje de este realizador galo gira en torno a la etiqueta “El nuevo de la clase”. El desafío de hacerse al menos de un amigo es el motor de la historia del tímido Benoît, atravesada por tres grandes crónicas: la de las gastadas que le juegan unos compañeros bravucones, la del primer flechazo amoroso, la de la constitución del grupo de compinches que se anuncia inquebrantable.
A juzgar por los cortos que filmó en 2008 y 2010 (la protagonista del segundo es la única chica del mencionado grupo, Aglaée), a Rosenberg le interesa especialmente ese pasado escolar que la mayoría de los mortales recordamos con un manto de autoconmiseración. El resultado es una aproximación tan versátil, respetuosa, tierna como la memorable We are the best! del sueco Lukas Moodysson.