Revista España
Una de las curiosidades, con tintes de misterio, más repetidas sobre Toledo es la que hace referencia a la pila bautismal existente en la iglesia de San Miguel, semejante a un cáliz de piedra negra y situada sobre una base de pizarra con forma de octógono, al que algunos identifican como el "octógono radiante" de los templarios sobre el que se guardaba el Santo Grial. Esto ha dado lugar a multitud de interpretaciones del más variado matiz que proliferan en libros, artículos y páginas de Internet. Todo ello, desde luego, muy digno de consideración de no ser por un pequeño detalle: la pila bautismal no descansa sobre un polígono de pizarra de ocho lados sino de nueve. Osea, que el octógono radiante es en realidad un eneágono, o nonágono, como se puede comprobar en la foto.