Revista Cultura y Ocio

"El paseo" de Federico Moccia

Publicado el 24 diciembre 2010 por Carol
 Té y pastas para disfrutar de una bonita lectura, mis primeras cookies me han quedado un poco regular, prometo mejorar
Parece que lo hago queriendo, pero os aseguro que no es así: muchos de los libros que reseño últimamente son buenísimos regalos para estas Navidades. Con El paseo del italiano Federico Moccia acertaréis seguro, es un libro que le gustará a cualquiera, incluso a la gente no muy lectora, ya que tiene tan sólo 57 páginas, a letra muy grande, y la historia se lee en poco rato, de una sentada. Pero lo mejor de todo es el tema, un tema que nos toca a todos, la pérdida de un ser querido, y todas esas cosas que nos hubiese gustado compartir o hablar con él. Moccia os sonará por ser el autor de varias novelas románticas juveniles como Tres metros sobre el cielo o Perdona si te llamo amor. En este caso cambia de registro, en una breve novelita dirigida al público adulto. El protagonista-autor se encuentra una mañana en una playa desierta en Anzio (al sur de Roma), un lugar muy bonito y lleno de recuerdos para él, ya que pasó sus vacaciones de infancia y adolescencia allí: su primer amor, donde aprendió a navegar, la pandilla de amigos... 
La maravillosa playa de Anzio
Allí se reencuentra con su padre muerto, en un encuentro mágico donde se diluyen las fronteras del tiempo. Juntos pasean, salen a la mar en un pequeño barco  y pasan un precioso tiempo juntos. La historia es simplemente preciosa, de las de soltar unas lagrimitas, y no precisamente porque sea triste. Al contrario, Moccia describe el encuentro como una oportunidad, como un hermoso regalo. La verdad es que, porque sabemos que el padre está muerto, si no, apenas se hacen referencias al hecho, o por lo menos no de una manera trágica o deprimente. Otro elemento que me ha enamorado ha sido la constante presencia del mar (un elemento que echo de menos todos los días), Moccia hace unas descripciones realmente hermosas de las olas, la arena y la tranquilidad que se respira en la playa. Moccia suele introducir en sus novelas juveniles algunas reflexiones personales sobre la vida o las personas, aunque muy breves y supeditadas a la acción de la historia. En este caso, las reflexiones se convierten en protagonistas. Se trata de una novela muy breve pero intensa, una preciosa historia de padres e hijos, de barreras generacionales que llega un momento en la vida, que saltan por los aires, para dejar nada más que a dos personas que se quieren.

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