Revista Cine
Claro que con los años una va
más ligera al mercado del amor
y los abraza por rebaños.
Pero los sentimientos
se vuelven sorprendentemente fríos
si se escatiman tanto
(al fin y al cabo no hay provisión que no se acabe).
Gracias a Dios
todo pasa deprisa,
la pena incluso;
también el amor.
¿Dónde están las lágrimas de anoche?
¿Dónde la nieve del año pasado?
Bertolt Brecht
Entre el cine de Godard y la serie Game of Trones, pasando por las canciones de Sabina aparecen ellas, las señoritas del amor maldito se han convertido silenciosamente en personajes importantes dentro de la cultura. Son parte del cotidiano latinoamericano, tal vez por lo mismo que han sido personajes importantes en el ideario de la literatura, la música, el cineyo la pintura. Por eso para comenzar el (ya clásico) especial de julio de películas latinoamericanas, es que inauguramos con el clásico venezolano de los años setenta.
Desde lejos un fisgón (Rafael Briceño) mira por su telescopio el burdel del barrio, también a lo lejos por el camino ve como se acerca un camión de muebles hasta el lugar. Siempre es una alegría cuando llegan mejores instrumentos de trabajo, para las prostitutas es una alegría que lleguen nuevos colchones. Todas los cambian menos la Garza (Hilda Vera) tiene muchos recuerdos y no quiere perder el olor del tipo que ama realmente, ella también es la dueña del local "El pez que fuma" que ofrece show y mujeres en el mismo lugar. El ambiente del lugar es siempre de fiesta cuando se ven los billetes volar mientras existan hombres dispuestos a pasar un rato con las putas caraqueñas del burdel de mala muerte. Pero con la Garza también está su nueva pareja Dimas (Michelangel Landa) otro tipo de dudoso linaje, que está más acostumbrado a robar y traficar.
Un día en la mañana llega Jairo (Orlando Urdaneta) a conversar con la Garza, después de pasar tres días preso llega decidido al prostíbulo a buscar trabajo, las "cartas de recomendación" vienen del interior de las rejas del Tobías (Ignacio Navarro) el enemigo declarado de Dimas. ¿Qué raro que Tobías recomiende un joven al prostíbulo de su enemigo? pero en realidad desde la sombra aún sigue enamorado de la Garza. Pero así todo Dimas poco a poco va confiando en el "enviado", un poco de venganza es siempre buena. La verdad no se sabe si Jairo es traidor o fiel a "El pez que fuma", pero en un ambiente como el que hay en el lugar es más importante estar vivo y bien. Tratando de seducir a la Garza y la Selva María (Haydée Balza) el ambiente se vuelve delicado mientras más se adentra del mundillo.
No se trata de hacer juicios moralizantes, ni de aplaudir un ambiente... los prostíbulos por mucho tiempo han sido parte del imaginario urbano de absolutamente todas las ciudades, están en los pueblos mineros, donde hay camioneros, en los seminarios internacionales como damas de compañía, en el eufemismo de siempre como escort, jineteras o como sea. No tienen vidas fáciles, tampoco digo que sufran con su arduo trabajo, pero son parte de ese mundo oscuro que gime bajo los faroles rojos que aparecen en algunos puntos de la ciudad, entre las sombras de la noche con una cartera y una peluca. No siempre terminan bien las cosas en los antros de mala muerte, son los tinteros de sangre donde las plumas de la crónica llenan con tinta roja llenan los diarios, para inmortalizar el olvido de personajes de trajes, joyas y muerte tanto en Caracas, como en Santiago de Chile la historia es la misma... hay muchos peces que fuman por nuestras sombras esperando cada noche otra fiesta hasta el amanecer.
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- El pez que fuma
4.- Trailer
5.- Película completa