Para aquellos que no lo conozcáis, Andrés Guazzelli, es un cantante, músico, productor, ingeniero, ingeniero de sonido y compositor de bandas sonoras nacido en Mar del Plata, Argentina, en diciembre de 1984. Su formación clásica, aderezada con las texturas propias del rock progresivo, género que adora, provoca, todo ello, que su música esté llena de atmósferas y de giros musicales complejos, llenos de esencias, no sólo eléctricas, sino también acústicas en un enorme ejercicio de simbiosis entre el rock y el folklore, para dar a luz una música llena de detalles, color, energía y belleza formal.
El artista, que pertenece al elenco del sello discográfico independiente Melodic Revolution Records, tiene una amplia trayectoria profesional y ha trabajado con otros artistas, como Corvus Stone, donde aparece como cantante invitado en el segundo disco de los suecos, que ha sido reseñado en estas páginas, o ha colaborado en el disco de Andy John Bradford’s Oceans 5, Return to Mingulay, donde ha participado como pianista y arreglista en la orquestación de dos temas.
A finales de 2013, llevado por su inquietud musical, publicó un sencillo progresivo, “Wish you could hear”, en formato digital, con más de 12 minutos de duración, en el que participaron los miembros de Corvus Stone, Colin Tench, guitarras acústicas y eléctricas, Petri Lidström, bajo, y Robert Wolff, batería y percusión, junto a él mismo, que se encargó del piano, órgano Hammond, Minimoog, mellotrón y arreglos orquestales, con un resultado excelente y que sirve de antesala para el nuevo proyecto que tiene en la cabeza y que está ultimando con serenidad, esfuerzo, disciplina y no menos paciencia: Wötan.
Portada temporal no oficial del proyecto
Wötan: The Untold Story, es un trabajo que Andrés ya comenzó a componer hace diez años, en 2004, y cuenta la historia fantástica, pero muy documentada históricamente, del guerrero del mismo nombre, durante el reinado de Carlomagno, cuando el emperador carolingio, en la Europa continental, dirigía a los francos hacia su mayor expansión territorial. Este ha sido el proceso del álbum durante estos diez años, según me cuenta en conversación privada, Andrés: “es la culminación de un proceso creativo de más de diez años, una historia que tuvo más de diez mil revisiones y correcciones, meses y meses de investigación de historia medieval, estrategia militar y logística armamentística, mitos y verdades sobre personajes históricos, e investigación artístico-musical medieval. Es la culminación de un proyecto que durante muchísimo tiempo pensé que sería irrealizable, casi una utopía. Lo que yo tenía dentro de mi mente era imposible de completar, al menos con la infraestructura con la que contaba en ese momento. Pero apareció Colin Tench y Corvus Stone, y la posibilidad de trabajar con músicos que entendieron y aceptaron mi delirio musical, abrió el panorama a un montón de cosas más, una de las cuales terminó finalmente siendo ‘Wish you could hear’. La confianza de Nick Katona y Melodic Revolution Records también creó una infraestructura logística en donde se me dio cabida a experimentar con una temática y un género que, de haberlo intentado íntegramente en Argentina, tal vez nunca habría podido realizar.”
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