El poder maternal de ‘Una madre de Tokio'

Por Isabel Polo Campos.

Akio, el director de Recursos Humanos de una importante empresa, no está pasando por su mejor momento: se está separando de su esposa, no entiende a su hija universitaria, en el trabajo todo son problemas y, para colmo, parece que su madre está rehaciendo su vida. Situaciones que le sobrepasan y a las que no sabe reaccionar. Pero sabe adónde ir en busca de consejo, a su lugar seguro: su madre. El poder maternal de ‘Una madre de Tokio'
La última cinta del aclamado director Yôji Yamada (‘Una familia de Tokio’, 2013) nos trae una historia protagonizada por un elenco multipremiado y reconocido para la industria del cine japonés: Sayuri Yoshinaga (‘La hermanas Makioka') ganadora en seis ocasiones del premio a mejor actriz; el nominado a cuatro premios de la Academia japonesa a Mejor actor Yō Ōizumi (‘I Am a Hero'), la nominada en dos ocasiones a Mejor actriz y Mejor actriz de reparto Mei Nagano (‘Kenshin, el guerrero samurái') y Yukiko Ehara, también conocida bajo el nombre artístico You (‘Still walking').Este reparto de lujo transmite cada una de las emociones de sus personajes de una manera fiel y realista. Es una propuesta sencilla, pero agradable y aunque posiblemente haya alguna que otra barrera cultural, se disfruta y enternece a partes iguales.

La madre de nuestro protagonista es una mujer mayor pero joven en espíritu y se pasa los días intentando, junto con otros miembros de su parroquia, ayudar a aquellas personas en situación de calle que se encuentran por la ciudad. Allí se encontrará con el pastor, un hombre apuesto con el que establecerá una bonita relación.

El poder maternal de ‘Una madre de Tokio'

El personaje interpretado por Ōizumi, Akio, es un hombre cansado de la vida que está viviendo. Necesita coger las riendas de ésta y, a través de los ojos de su madre y de su hija, decide comenzar poco a poco un cambio.

En cuanto a aspectos técnicos, la banda sonora pasa muy desapercibida salvo en momentos muy puntuales donde cobra algo de protagonismo. El montaje y los efectos especiales son correctos aunque en general muy sencillos y con poca innovación.

En conclusión, para aquellos amantes del cine de este director esta cinta complementará las historias de Tokio que va presentando. Para el resto, la película pasará por una cinta sencilla, a través de la cuál poder conocer un poco mejor algunas de las costumbres sociales del país nipón.