Hace mucho tiempo que no leo un libro sobre ciencia ficción tan bueno como “El problema de los tres cuerpos”, una novela que intercala lecciones de física teórica, la rivalidad entre la China comunista y Occidente, y la reacción de la humanidad si se entera de que hay vida extraterrestre.
La historia empieza con el asesinato de Ye Zhetai, un profesor universitario de física que paga con su vida el haber enseñado a sus alumnos teorías como la de Einstein, contrarias al modo de pensar de la China autoritaria de la época. Tras presenciar el asesinato de su padre, con el respaldo de su madre y su hermana, el protagonismo de la historia salta a Ye Wenjie, hija de Ye Zhetai y que se convierte en un personaje clave de la historia de la humanidad.
En un punto de la historia Ye Wenjie recibe un mensaje de un alien pacifista, que le muestra datos interesantes sobre su cultura y su raza, pero, al mismo tiempo, le pide que no le conteste porque su civilización entonces localizaría la Tierra e intentaría invadirla.
Ye Wenjie, que odia a la humanidad tras el horror que vivió tras ver el asesinato de su padre, hace caso omiso de esta advertencia y le contesta…
¿Qué pasa entonces? ¿Hay invasión o son todos pacíficos? ¿Muere alguien? ¿Se pondrán en contacto con todo el mundo los seres de otro mundo?