Creo que un juguete es bueno cuando cumple una serie de requisitos (que sean naturales, bellos, artesanales, abiertos y que permitan la imitación. Todo esto te lo contaba en el post las 5 claves para que un juguete sea verdadero), pero hay algo más que considero muy importante y que aporta mucho valor a un juguete, que sea evolutivo, es decir que se adapte a las necesidades de juego de cada edad.
En general descarto los juguetes que están centrados en un momento evolutivo concreto, porque rápidamente caducan para los niños. Esto es algo que suele pasar con los juguetes que están muy definidos, aquellos que no dejan espacio a la imaginación del niño porque se lo dan todo hecho.
Valga un ejemplo para explicarlo… Pensemos en un robot, uno de esos hiperrealistas que hace sonidos espaciales.
En este caso difícilmente el niño podrá aportar algo de su propio haber, esto le llevará a usarlo sólo cuando quiera jugar específicamente con robots (quizás un par de semanas, un mes, sobre los 4-5 años, pero es probable que pronto se le pase la fiebre de los robots).
Y ahí queda el pobre robot, abandonado en el cajón de juguetes, acumulando polvo con otros tantos más, porque es un juguete cerrado, no da opción a que el niño le dé otro uso, y no evoluciona con él.
¿Entiendes entonces por qué me gustan tanto los juguetes verdaderos?
Los juguetes verdaderos
Hace tiempo te hablé de algunos materiales de juego Waldorf y Montessori que cumplían las características que considero que debe tener un buen juguete, (mira el post 4 juguetes naturales en los que vale la pena invertir).
Queremos seguir ampliando esta lista, y como siempre estamos atentos a las novedades, hace poco hemos descubierto un nuevo material gracias a FamilyTreeKids que nos ha fascinado y que cumple absolutamente todos los requisitos.
Es un material waldorf de Grimm’s (esa marca alemana de juguetes naturales y artesanales que tanto nos gusta, entre sus bestsellers encuentras el gran arcoíris Waldorf), y que se conoce como el puente Leonardo (o puente Vinci).
Son unas tablillas de colores muy sencillas pero alucinantes, que se pueden utilizar desde el juego imaginativo, creativo, de construcción, simbólico que se suele iniciar a los 3 años, hasta aprender y experimentar de una manera asombrosa fenómenos físicos como la fuerza de gravedad a los 6-7 años.
Un juguete verdadero, casi mágico, inspirado en el brillante diseño de Leonardo da Vinci ¡en el siglo XV!
El puente original de Leonardo da Vinci
Leonardo da Vinci diseñó este puente mientras se encontraba bajo el patrocinio de César Borgia. Borgia contrató a Leonardo como su ingeniero militar y le encargó la misión de diseñar y construir máquinas y otro tipo de soluciones para la guerra.
Uno de sus trabajos de diseño fue precisamente este puente arqueado. Ante la necesidad de atravesar un río a la entrada de Turquía, ideó una solución que se podía construir de forma sencilla, sin habilidades específicas de construcción (más que unos pocos hombres que pudieran cortar troncos de madera).
Y es que lo increíble de esta construcción es que se puede sostener sin ningún tipo de fijación. Sin tornillos, ni cuerdas, ni fijaciones de otro tipo, es ¡un puente autoportante!
En aquel momento se consideró tan arriesgado e imposible este diseño que no se llegó a materializar. No fue hasta el año 2001 que un arquitecto noruego basándose en el diseño original de Da Vinci, construyó un puente increíble (puedes verlo aquí).
Y basándose en esta idea original llega este material que alimenta el juego y provoca el asombro de grandes y pequeños.
Jugando con el puente Leonardo
Siguiendo 3 pasos de construcción sencillos y fáciles de seguir, vamos colocando las tablillas de tal manera que ¡se van elevando de forma mágica!
El diseño de la construcción a medida que se añaden piezas va creando una bóveda o cúpula impresionante, de la extensión que quieras, que se sostiene gracias a la fuerza de la gravedad.
Es una manera sorprendente de introducir a los pequeños en este fenómeno, que pueden experimentar y vivenciar con sus propias manos, sin necesidad de explicarles nada.
Y ya sabes que lo que un niño experimenta con las manos, luego le será mucho más fácil de integrar y conectar cuando llegue el momento de estudiarlo curricularmente. La fuerza de la gravedad se suele introducir a partir de 4ºEP.
Además la magia de estas piezas es que una vez que las prueban, sugieren muchas más construcciones increíbles que pueden ponerse en práctica. Mira algunos ejemplos…
Las infinitas posibilidades de las tablillas Leonardo para todas las edades
Pero como te decía al principio este material tiene muchas más posibilidades.
Siendo realistas difícilmente un niño a los 3 años podrá construir un puente Leonardo, obviamente le falta todavía la motricidad fina y la habilidad para hacerlo, que ya tendrá adquirida a partir de los 6 años (momento en que puede iniciarse en ello). Pero cuando le das a un pequeño estas tablillas, aparecen muchas funciones y opciones de juego.
Desde agrupamientos por color, construcciones y composiciones diversas en 2D y 3D (dibujos, paredes, torres, escaleras…), integrarlo en el juego simbólico (pueden ser unos fideos de sopa estupendos, o el suelo de una casa, o un río…), para iniciarse en la numeración y el sistema decimal (son 100 tablillas con los colores del arcoíris),…
Nos encantan porque para las muchas posibilidades que tienen apenas ocupan espacio, y se pueden integrar con otros materiales de juego. Por ejemplo S. estuvo jugando el otro día con las tablillas, la pirámide escalonada de Grimm’s y su set de juego de Nins de Otoño. Montó todo un minumundo en un momento que le entusiasmó, ¡con casa, barco y río incluidos!
Desde luego el puente Leonardo es un material muy bueno, ideal para cuando hay hermanos de distintas edades en casa y con gran potencial de juego.
Si te interesa lo puedes encontrar en la tienda de FamilyTreeKids (te hablé de ellos aquí).
Si te ha gustado este post, no te pierdas los siguientes, me he propuesto de cara a estas Navidades mostrarte muchas más ideas de materiales de juego verdadero.
Y ahora cuéntame…
¿Conocías el puente de Leonardo?
¿Tus hijos tienen juguetes evolutivos como este?
¿Me recomiendas algún material que te guste especialmente?
AguamarinaEn el juego los niños se involucran en resolver problemas, prueban ideas, se hacen preguntas y construyen una nueva forma de comprender el mundo.