Tener la creencia de que hacerlo primero es hacerlo mejor es una jactancia tonta, por lo que no empezaré este escrito diciendo que ayer lo dije primero que todos. Me refiero a Totti que convirtió, después de siete meses de sequía, dos goles que significaron el triunfo de la Roma por encima del Chievo con un 2 a 0 contundente. El resultado le sirvió a la Roma para acercarse un poco a la zona más álgida de la clasificación. Totti, que no es brujo ni mucho menos, hace cuatro meses que bajo la camiseta 10 de la Roma que usa para no evidenciar la enorme diferencia que hay entre él y sus compañeros, lleva puesta una remera donde puede leerse en italiano la frase: Perdón por la tardanza. En verano, supongo, habría llevado la frase escrita en la piel. El caso es que por fin ayer pudo mostrarla a los cuatro vientos cuando convirtió el primer gol. Suerte que se acordó porque de lo contrario, para el segundo gol, nadie habría entendido nada.
No solamente para el 10 es una excelente noticia la de acostumbrarse al gol, al otro 10, al que está fuera del campo, también le cae como anillo al dedo. Luís Enrique, cuestionado desde hace tiempo por los malos resultados, con la ida de Borriello a la Juve y con la reciente lesión de Osvaldo, no cuenta con delanteros de experiencia en el equipo, de modo que la relación de Totti con el gol se presenta como un alivio. Esperemos que la remera que lleva el 10 debajo de la bordó quedara a partir de ayer en el recuerdo y ahora tuviera que apelar a otra que rezara: El que ríe último... Fuente: http://www.marca.com/2012/01/06/futbol/futbol_internacional/calcio/1325847380.html
http://www.marca.com/2012/01/08/futbol/futbol_internacional/calcio/1326044608.html
