En este ensayo El reino del lenguaje, Tom Wolfe busca desmostrar las creencias que se han convertido en populares sobre Darwin y Chomsky. De una manera entretenida, el escepticismo del autor analizar distintas contradicciones sobre algunos asuntos que se considerar como verdad absoluta. Sin duda alguna, una lectura interesante que no defraudará a ningún lector.
Puntos como son los sonidos articulados expuesto por Darwin, utilizados por el ser humano para poder expresar sus emociones, en el cual, los pensamientos se apoyan en las palabras como vehículo, manteniendo la independencia en cuanto a las palabras; o el argumento de Chomsky en que los niños no son capaces de aprender el lenguaje, sino que lo adquiere sin ningún proceso de aprendizaje, ni realizar esfuerzo alguno porque tienen el órgano capaz de construir expresiones (gramática universal), son desmontados de forma interesante por Tom Wolfe.
Concluye el autor que el lenguaje es una herramienta culturas, que deriva de la experiencia humana y carente de cualquier base biológica. En este libro, no se habla del origen del lenguaje, sino que es un elemento cultural creado por el ser humano, con el cual, en la actualidad se utiliza para dar vida a la mentira, desinformación y los mitos, en definitiva, el lenguaje no posee ninguna relación con la biología.
Además de un gran periodista y narrador, Tom Wolfe fue siempre un polemista fervoroso, vibrante e implacable, tal como demostró en sus diatribas contra ciertos mitos intocables del arte y la arquitectura modernos. Después de dieciséis años, el autor regresaba al ensayo con este El reino del lenguaje, que se ha convertido en su testamento literario: un texto donde clava su penetrante mirada y afilados colmillos nada menos que en la teoría de la evolución aplicada a la lingüística, cuestiona supuestas verdades absolutas y apunta contra un par de vacas sagradas separadas por un siglo.
Por un lado Charles Darwin y por el otro Noam Chomsky en su faceta de lingüista, a cada uno de los cuales contrapone con su respectivo antagonista, despreciado o cuestionado por el mundo académico: el naturalista Alfred Russel Wallace, sobre cuyo destino Darwin siempre tuvo remordimientos y mala conciencia, y el antropólogo Daniel Everett, que ha pasado años conviviendo con la tribu amazónica de los pirahã y cuya teoría sobre el origen y evolución del lenguaje humano cuestiona la de Chomsky.
En este libro agudo y retador, Wolfe se enfrenta a la ortodoxia y plantea estimulantes preguntas: ¿viene el lenguaje humano del canto de los pájaros? ¿Es un don innato o una herramienta adquirida? ¿Es el lenguaje lo que explica la evolución humana?