Revista Arte

El secreto para salir de la crisis

Por Peterpank @castguer

El secreto para salir de la crisis

¿Qué nos ha llevado hasta aquí?

Lejos de lo que comúnmente se piensa, el origen de la crisis no se halla en una falta de regulación, sino que se encuentra en un exceso de ella. el trasfondo de todo está en el incumplimiento sistemático de los principios generales del derecho por parte de las entidades financieras al no respetar un coeficiente de caja del 100% y adueñarse, atentando contra el derecho de propiedad, básico de una economía de mercado, del dinero de sus clientes.

Este hecho, ya ha sido denunciado a lo largo de la historia por millones de economistas y juristas desde que los escolásticos españoles del siglo de oro se dieran cuenta de que los nuevos préstamos que concedían los banqueros con cargo a los depósitos de sus clientes, era dinero que pasaba a formar parte de la masa monetaria y pervertía la información de los precios que servía para el cálculo económico de los empresarios y la coordinación de los agentes que intervenían en el mercado. tal acción supone varios delitos penales tales como el de apropiación indebida o estafa.

No obstante, aunque los argumentos jurídicos sean contundentes, los economistas de las dos principales corrientes modernas (Keynesianos y Monetaristas) no han sabido apreciar las consecuencias económicas que se generan de ello. su agujero teórico principal se basa en desconocer la teoría del capital de Eugen Böhm Bawerk. El éxito de la misma está en observar la economía como un proceso dinámico por etapas y no un conglomerado de agregados macroeconómicos que describen una realidad estática.

La Escuela Austríaca de Economía sí aplica los conocimientos de Bawerk para estudiar el mercado, y por lo tanto es capaz de ofrecer una imagen más nítida y precisa de lo que ocurre cuando se da una expansión crediticia a partir del dinero creado de la nada por las entidades bancarias y orquestada por un banco central que mantiene los tipos de interés artificialmente bajos.

El nuevo dinero puesto en circulación en forma de préstamos acciona tres mecanismos El primero de ellos es el incremento del valor actual de la corriente futura de flujos de caja de los bienes de capital como causa de la bajada de tipos de interés, dando a entender a los empresarios que la preferencia temporal de la sociedad ha disminuido y por tanto se puede encaminar hacia proyectos de inversión más alejados de la etapa de consumo final y más capital intensivos. El segundo es la disparidad entre los beneficios de las empresas de las distintas etapas. Así, el de las más alejadas del consumo se incrementa y el de las más cercanas se reduce. Y por último, el denominado “efecto Ricardo”, que consiste en que al reducirse los precios de los bienes de consumo, suben los salarios reales y entonces incentivan a los empresarios para sustituir la mano de obra por bienes de capital.

Estos tres mecanismos ensanchan y alargan la estructura de producción de la sociedad, que sería sostenible, si se hubiera hecho con ahorro real y no con dinero creado de la nada. Los tipos de interés al no reflejar la preferencia temporal en la expansión crediticia de tipo intervencionista, origina que, por un lado, mientras los empresarios están invirtiendo en procesos cada vez más complejos, por el otro, los consumidores están demandando más productos. Es decir, se están llevando a cabo proyectos de inversión erróneos y los beneficios obtenidos son tan ficticios que según vienen en la época de auge, se van en la época de recesión con la misma intensidad. En la burbuja se produce una descoordinación generalizada de todos los agentes económicos.

Crisis y recesión

¿Cómo salimos de esta?

la crisis es una situación en la que se descubren los errores y se empiezan a subsanar. Es el inicio de la recuperación si las fuerzas políticas no lo impiden. Por lo tanto el secreto para salir de la crisis es dejar a los mercados libres. La flexibilidad y las facilidades de reajuste a las nuevas circunstancias deben ser la clave. Y en cuanto a la economía financiera, los bancos centrales deben ser abolidos y se debe establecer el coeficiente de caja del 100%. Además, de cara a garantizar la estabilidad de la moneda, volver al patrón-oro.

En cuanto al problema de la deuda pública : monetizar los depósitos de los clientes de las entidades financieras y hacer la operación con cargo a la deuda pública que tienen en su haber. Estos títulos se cancelarían y se obligaría a los bancos a mantener los depósitos a la vista sin encaje alguno.

Huerta de Soto


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