El sentimiento de soledad

Todos nos hemos sentido solos en algún momento de la vida, pese a estar rodeados de gente. ¿Por qué nos pasa? ¿Qué podemos hacer?

El ser humano es un ser social por naturaleza. Si nos fijamos en la historia, ya veíamos como las tribus vivían en comunidad, ya que el que estaba solo tenía menos posibilidades de sobrevivir que los que estaban en grupo.

Necesitamos el contacto de los demás, pues nos aporta mucha seguridad y bienestar. No obstante, a veces el contacto o la relación no es suficiente y nos sentimos solos aun estando con mucha gente. Esto suele ocurrir porque no nos sentimos comprendidos por los demás, por no encajar, por inseguridad, etc.

Esto es lo que llamamos “soledad emocional”. Esta soledad suele traer tristeza, ansiedad, miedo y afecta en gran medida a nuestra autoestima.

¿Pero qué podemos hacer si nos sentimos o estamos solos? Hoy proponemos ciertas claves que puedan ayudar a las personas que sufren por esto.

1.   Aprender a disfrutar de la soledad. La soledad, no siempre es mala. A veces forma parte de nuestra intimidad, nos proporciona independencia y es buena para nuestra salud psicológica. Aprovechar para conocerse a sí mismo y crear una identidad propia, así como conocer los propios gustos, intereses, etc.

2. Tener una actitud proactiva. Significa que, para no estar solos, hay que tratar de tener una actitud de esfuerzo por mantener relaciones con los demás, o conocer gente nueva. Para ello, puede ser bueno apuntarse a cursos, involucrarse en actividades que te gusten, etc.
3. No aislarse. Conocer nuevos entornos y evitar la inactividad.
4. Hacer deporte. El ejercicio físico es muy importante tanto para la salud física como para la salud psicológica. Mediante el deporte aumentamos nuestro bienestar y creamos hábitos saludables. Además, también nos ofrece la posibilidad de estar en un equipo, en el que también, podemos encontrar tiempo para la socialización.
5. Controlar los pensamientos negativos. Hay pensamientos que nos hacen sentir mal y que no nos aportan nada más que sentimientos negativos. Evitar los pensamientos del tipo “no tengo amigos”, “no le importo a nadie”, etc. y pensar en soluciones.
6. Tener una mascota. Las mascotas nos obligan a salir de casa, aunque no nos apetezca, nos da responsabilidades, etc.
7. Deshacerse de personas tóxicas. Hay personas que no nos aportan nada y que lo único que hacen, es hacerte creer que no eres suficiente. Esas personas son un lastre, y habrá que decidir quiénes queremos que estén y quiénes no. Es mejor tener menos gente alrededor, pero de mejor calidad, que tener mucha gente y que no sean buenas para ti.
8. Tener cuidado con las redes sociales. Hoy en día las redes sociales pueden ayudar a conocer gente nueva y a buscar planes alternativos. No obstante, si solo nos limitamos a las relaciones virtuales, perdemos otras muchas cosas que solo las relaciones personales cercanas te pueden aportar. Además, se corre el riesgo de aislarse, aunque parezca que hay más actividad.