Revista Expatriados
El tiempo todo lo erosiona y todo lo destruye, pero hay veces que encima lo hace con recochineo. En el That Luang de Vientiane hay un guardián. Originalmente sostenía una maza e imponía respeto. El tiempo ha jugueteado con la maza y ahora parece que se esté haciendo una paja. Una vez más, el tiempo ha tenido la última palabra.