Revista Política

El Toro de la Vega: Marca España

Publicado el 17 septiembre 2014 por Fabio Expósito Rodríguez @FabioExposito
En nuestro país el maltrato animal es la norma, y no porque todos los españoles estemos a favor de ello, sino porque muchos prefieren mirar hacia otro lado cuando se trata de festejos de sangre. En cualquier caso, el toro parece ser el principal damnificado, o al menos públicamente. Porque si bien  perros y otros animales de compañía sufren atrocidades sin que se legisle adecuadamente al respecto (sobre todo los galgos), en España se presume de torturar y matar toros. Estos días se ha celebrado un vez más el atroz espectáculo de el Toro de la Vega, en Tordesillas. Un festejo polémico que cada año recibe más críticas y a más críticos que se acercan a la localidad vallisoletana intentando parar la matanza. Tan aférrimos son los defensores del maltrato a sus costumbres, que este año han decidido emprenderla a pedradas contra aquellos que levantaban la voz intentando prohibir la celebración.

El Toro de la Vega: Marca España

Mujer herida en enfrentamientos durante el Toro de la Vega 2014


¿Pero de quién es la culpa?Por supuesto que de las autoridades políticas, que deben estar siempre racionalmente por encima de las injusticias por muy costumbristas que estas sean. Culpable es el actual alcalde de Tordesillas, José Antonio González (PSOE) por no prohibir la celebración, como lo son el resto de dirigentes en pueblos y ciudades de toda España (y de cualquier siglas políticas) que permiten encierros, corridas, correbous, etc. Todas las comunidades salvo Canarias (no sólo presumimos de unos paisajes envidiables), celebran asiduamente eventos que implican el maltrato de toros. En concreto en las islas "Se prohíbe la utilización de animales en peleas, fiestas, espectáculos y otras actividades que conlleven maltrato, crueldad o sufrimiento".  Si bien es cierto que dicha ley exime a las Peleas de Gallos en aquellas localidades donde sea una tradición.

El Toro de la Vega: Marca España

Momento de la celebración del Toro de la Vega

La tradición
Utilizar este argumento como defensa del maltrato de un animal no es más absurdo que utilizarlo en otros ámbitos, como que un hombre es superior a una mujer. Ya lo ha explicado Ignacio Escolar en un artículo de opinión a colación del Toro de la Vega, "Es una falacia clásica, también conocida como argumentum ad antiquitatem. Que algo sea antiguo no significa que sea bueno. La prostitución, la tortura o la esclavitud son tradiciones aún más viejas que la tauromaquia".
De hecho en España sí se han tomado medidas legales en contra de otros festejos irracionales, que muchos recordaremos de ver en televisión. Como por ejemplo 'El Salto de la Cabra' desde un campanario en Manganeses de la Polvorosa (también Castilla y León), que fue prohibido desde el propio municipio a través de un bando emitido por Pedro Prieto Mielgo (PSOE) en el año 2002. 


¿Qué pasa con la carne que nos comemos?
Yo particularmente he asimilado que evolutivamente necesitamos de una serie de nutrientes que sólo podemos obtener de forma natural a través de la carne de animales. Y esa cuestión no me supone ningún problema de conciencia, al contrario que otras personas que, libremente también, deciden hacerse vegetarianas. Pero la diferencia es bastante grande, yo no disfruto de la tortura y la muerte de los animales que como. Aunque también habría que legislar y mucho sobre las condiciones de las granjas de animales que después llegan a carnicerías y supermercados. En cualquier caso no se promociona, publicita o celebra ese otro tipo de maltrato animal, que después nos llevamos a la boca.La solución
Cualquier tipo de salida racional del asunto pasa por una apuesta decidida de las autoridades nacionales en contra del maltrato animal. Es necesaria una ley específica que regule la vida de los animales en todos los ámbitos, desde las matanzas populares de toros hasta las granjas, pasando por el abandono de nuestros animales de compañía.
Porque tristemente un dirigente local, salvo excepciones, difícilmente se atreverá a prohibir este tipo de eventos sino se lo ordena una estancia superior. Al fin y al cabo para demasiados políticos lo primero es ganar las elecciones, y si hay que gastar cientos de miles de euros y matar animales para ello, será un precio que estén dispuestos a pagar.
PD: En la España de hoy, usted qué prefiere ¿ver una corrida de toros o comer?

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