Revista Opinión

El trabajo infantil

Publicado el 21 mayo 2015 por Seb2pol

Escribiendo mi primer artículo en colaboración con otra web, me he dado cuenta de que el trabajo infantil tiene unas cifras abrumadoras en toda América Central, ya que se habla de más de 2 millones de niños; pero como cualquiera puede pensar, al tratarse de una práctica ilegal es difícil saber cuantos son los niños que realizan un trabajo fuera o dentro de casa, por lo que yo creo que la cifra debe ser mucho mayor. En el caso de Honduras se ha calculado una cifra que rondaría los 400.000 niños.

En estos últimos meses hemos podido ver como desde el Gobierno y desde algunos medios como laprensa.hn  se congratulaban de los nuevos permiso que pueden obtener los jóvenes de 14 años para trabajar. Pero eso a mi, me parece de todo, menos una buena noticia.

Si bien es cierto que muchas familias necesitan ingresos para poder subsistir, es labor del Gobierno eliminar la pobreza y la miseria del país. Este es simplemente un paso en la dirección equivocada, el trabajo infantil debería ser ilegal, los jóvenes de esas edades no deberían trabajar y deben ser protegidos. Esta situación es un fracaso del Gobierno.

Las cifras indican que el 5% de los niños y niñas que trabajan tienen de 5 a 9 años, y el 43% de 10 a 14 años. Aunque habiendo vivido en el país puedo decir que mi impresión es de una cifra mucho más alta.

En mi país lo cierto es que en cuanto los niños son capaces de ayudar en las labores que realizan los mayores, estos empiezan a trabajar, sobretodo si hablamos de zonas rurales. Ya sea ordeñando vacas como tantas veces tuvo que hacer mi sobrino de 6 años, al que mi tío levantaba a las 4 de la mañana para que le ayudase a ordeñar. Así que ya pueden imaginarse el perjuicio que eso provoca en el desarrollo físico de un niño en pleno crecimiento que necesita obligatoriamente el descanso nocturno. Al mismo tiempo también influye en su desarrollo mental, y le dificulta el mantenerse despierto en la escuela, que se convierte en todo un costo.

El trabajo de los niños en Honduras es algo normal y cotidiano, para las familias que viven en el campo, como por ejemplo en la mía o la de mis vecinos. Los niños ayudan en esas tareas, si se ha de recoger tomates, se va, si se trata de ordeñar, pues lo mismo, no se discute, es algo normal y punto.

Para las familias humildes que viven en las ciudades el trabajo infantil es también algo usual, ocurre en menor medida que en el campo, pero no en pocas ocasiones uno puede ver a los niños pululando con bolsas de fruta y vendiendo en los semáforos o en algún puesto de fruta en el que la madre y el hijo atienden a los clientes, cobrando y sirviendo por igual.

Las cosas que en Europa o Estados Unidos parecen impensables por la protección que tienen los niños, en mi país son cotidianas y normales. Esto junto a la violencia, la pobreza y el peligro de que las maras capten a los niños, hace que muchas madres se atrevan a dejar atrás su país, llevarse a sus hijos, y buscar un futuro para ellos.

Notas
En el último estudio realizado en 2002 por la OIT (Oficina Internacional del Trabajo) se obtuvieron cifras que apuntaban a que 356 mil jóvenes, entre 5 y 17 años estaban trabajando en Honduras.

Se encontró que la mayor parte de estos trabajadores infantiles y adolescentes, eran residentes rurales:
En área urbana -> 31%
En área rural -> 69%

En los siguientes rangos de edades:
De 5 a 9 años -> 5%
De 10 a 14 años -> 43%
De 15 a 17 años -> 52%

Trabajo infantil en un cementerio


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