Revista Salud y Bienestar
El trastorno Bipolar afín a la Proteína Sp4 ¿Un cuestión Genética, Médica y Ética?...En Inglaterra ya no se habla de diagnósticos, sino de cómo está la persona en ese momento
Por Hilari
El 22 de Octubre del presente año, nos levantamos con un descubrimiento, a través de una nota de prensa lanzada por La Fundación Sant Joan de Déu, Esplugues de Llobregat (Barcelona) con el título: “Una proteína abre una nueva perspectiva para el futuro de las terapias en trastorno bipolar”.
Así tal cual, facilito la nota de prensa y posteriores reflexiones:
“Un estudio da evidencias de que alternaciones en la regulación de un gen contribuye en el desarrollo de trastornos bipolares. Este hallazgo sugiere la posibilidad de mejores terapias farmacológicas para estos pacientes.Alternaciones en una proteína del cerebro que regula los genes de expresión pueden jugar un papel importante en el origen del trastorno bipolar, según un estudio publicado en el último número de revista científica Bipolar Disorders1.El trastorno bipolar es una enfermedad grave que conlleva en la mayoría de los casos a alternar fases de euforia y fases depresivas y que en muchas ocasiones resulta una enfermedad incapacitante para la persona que lo padece. La Dra. Belén Ramos que dirige el laboratorio de psiquiatría molecular del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, junto con su equipo, ha liderado esta investigación en colaboración con la Prof. Grace Gill de la Tufts University School of Medicine de Boston.En términos científicos, esta investigación muestra por primera vez que la alteración de la proteína Sp4 en zonas concretas del cerebro puede participar en la aparición de los síntomas de esta patología y descubre que el litio, una substancia reguladora del ánimo y muy utilizada en trastorno bipolar, aumenta los niveles de Sp4 con lo que se apunta a una nueva estrategia relevante en la mejora del tratamiento farmacológico de esta enfermedad grave.Para llevar a cabo este estudio se han analizado los niveles proteicos de Sp4 en muestras de cerebro postmortem de sujetos bipolares y de controles, y se ha encontrado que los niveles de la proteína Sp4 en el cortex prefrontal del cerebro y en el cerebelo son más bajos en pacientes con trastorno bipolar que en sujetos controles que no tienen esta enfermedad. El estudio se ha centrado en estas regiones del cerebro debido a que estudios de imágenes del cerebro sugieren que el trastorno bipolar está asociado a alternaciones en estas zonas. Además, se ha identificado el papel esencial del Sp4 en la regulación de la formación y estructura de las células nerviosas durante el desarrollo neuronal así como un factor importante en la respuesta neuronal.”1 Pinacho R, Villamazo N, Lalonde J, Haro JM, Meana J, Gill G, Ramos B. The transcription factor SP4 isreduced in postmortem cerebellum of bipolar disorder subjects: control by depolarization and lithium. Bipolar Disord. 2011 13 (5-6): 474-485.
Tira los Muros felicita a los Investigadores, un gran hallazgo para la Salud Mental y para el cuidado del Trastorno Mental Grave (TMG) como es el Trastorno Bipolar (TBP). Un diagnóstico que suele presentarse por primera vez a partir de la adolescencia o principio de la edad adulta, aunque cada vez más en niños, y que afecta igualmente a hombres que a mujeres, actualmente afecta a un 2-3% de los españoles.
Un diagnóstico que salta a la fama en EEUU durante los años 90, unido a cierta simpatía social por su atractiva-exagerada relación con el mundo artístico y por su relación con el mal-uso del fármaco Prozac, consumido por ejecutivos y modernos en un contexto festivo-motivador. De moda y de uso común también es el término “bipolar” que escapa del vocabulario científico para definir despectivamente la mayoría de veces a “cualquier persona cambiante”, aumentando así el estigma que sufren los verdaderamente diagnosticados de TBP.
Cierto que muchas personas famosas que destacan por su creatividad han estado asociados al TBP como: Vincent Van Gogh, Albert Einstein, Virginia Woolf, Winston Churchill, Mozart, Edgar Allan Poe, Ernest Hemingway, Tchaikovski, Emily Dickinson, Salvador Dalí, Kurt Cobain, Catherine Zeta-Jones, Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor, Robin Williams, Lindsay Lohar, Britney Spears, Axl Rose, Jim Carrey, Ben Stiller o Mel Gibson...
Un diagnóstico que debe seguir siendo investigado, tiene gran esperanza de éxito en estudios y tratamientos farmacológicos aplicados (estabilizadores del estado de ánimo como el Litio o el Valproato Sódico), y con una terapia individualizada que trabaje la conciencia de enfermedad, la mayoría de los pacientes pueden llevar una vida socio-familiar-laboral como cualquier otro ciudadano. La pionera Guía “Tima Bipolar Disorders Algorithms”, publicada en el estado de Texas en octubre de 2001, aseguraba “la total remisión de los síntomas- no sólo la respuesta al tratamiento” que cita como su meta de tratamiento. Y “El tratamiento está destinado a la estabilización del episodio con el propósito de conseguir la remisión, definida como un completo retorno a un nivel de base de funcionamiento y una virtual ausencia de síntomas.” (Guía práctica Clínica, American Psychiatric Association, publicada en abril de 2002).
Nada más conocer la noticia: “La alteración de la Proteína Sp4 está relacionada con el Trastorno Bipolar (TBP)”, se me ocurrieron “Un torno de preguntas que son incendios, hambre y rabia que las respuestas casi no pueden apagar, satisfacer ni esquivar” (Cantautor Feliu Ventura):
¿Cuál es la magnitud de la noticia? Parece poco significativa porque no aparece en los grandes ni pequeños medios de comunicación…parece que no es suficientemente revelador que se haya avanzado respecto al tratamiento y diagnóstico de una enfermedad grave. En este caso un trastorno mental, con su riesgo histórico de ser estigmatizada…o ¿Es posible que sólo nos interese y nos vendan las noticias alarmantes, morbosas, basura? Los medios de comunicación están al servicio de la información, sociedad, clientes, poderes estructurales varios…¿Los medios de comunicación son un reflejo de lo que somos?
El TBP como enfermedad ¿Podría tener claramente su origen en una alteración genética? El pensamiento psiquiátrico biológico dice: “demostremos un origen genético de tal enfermedad y habremos demostrado la causalidad biológica, y por lo tanto la existencia, de dicha enfermedad biológica”.
Para el blog amigo postpsiquiatría: “El concepto de enfermedad es sumamente problemático. En líneas generales, se podría aceptar que enfermedad sería aquella condición biológica que ocasiona una disminución en la calidad o cantidad de vida, o diversos tipos de molestias, dolores, malestares o repercusiones.” Cuando hablamos de una enfermedad física es fácil de detectar, objetivar y medir, pero si es un trastorno mental hay basarse de manera subjetiva en un Manual estadístico psiquiátrico (CIE-10, DSM-IV).
Hoy en día se sabe más acerca de las causas y del tratamiento de los problemas mentales. Más de uno puede pensar que cada vez más gira la balanza hacia causas biológicas con el riesgo de abandonar componentes psicológicos-ambientales. Asumir la causa biológica como idea única-principal es reforzar el estigma y aceptación de prejuicios como la opción de no poder tener hijos las personas que sufren una enfermedad mental. Es esquivar la actual línea de intervención bio-psico-social comunitaria. Es reforzar la medicalización de la salud como único tratamiento, alimentar el negocio farmacéutico y conformarse con la cronificación de nuestros pacientes y la percepción de mantener=tratar.
La problemática histórica del paciente mental no es nueva, ya en 1994 la Guía APA sobre el TBP, señalaba con acierto y con un injusto presagio; “Las metas específicas del tratamiento son disminuir la frecuencia, severidad y consecuencias psicosociales de los episodios y mejorar el funcionamiento psicosocial entre episodios. Algunos pacientes con daños crónicos necesitarán servicios específicos de rehabilitación”. "Las personas que sufren TBP puede que necesiten tratamiento crónico pero no clónico" (Psiquiatra Francisco Toledo).
A todo esto, la Psiquiatría más que nadie debe rechazar el estigma social sobre la Enfermedad Mental, como por ejemplo en Inglaterra con su nueva legislación ya no se habla de diagnósticos sino de cómo está la persona en ese momento (Psiquiatra JM Olivares).A la pregunta de si ¿una persona con TBP puede ser padre? Me sumo a esta respuesta:“Hay personas que pueden tener una enfermedad mental y son perfectamente capaces para todo, y hay personas que no tienen una enfermedad mental pero transitoriamente no están en condiciones de gobernar su vida o sus bienes o son un peligro para sí mismos o para otras personas. A nadie le piden un certificado de aptitud para ser padre y tampoco es justo que se le pida a una persona porque tiene una enfermedad, máxime cuando está tratada y cuidada” (Psiquiatra JM Olivares).
Si hablamos de capacidad mental para tener hijos, parece que primero era un concepto legal y ahora lo quieren hacer un concepto médico, medible…dudo de eso, creo que es un concepto ético, dinámico, hablamos de derechos humanos y de la persona a autogobernarse.“No siempre el medico va a encontrar una explicación a esa incapacidad, que puede ser temporal. Una persona puede tener un accidente de trafico, quedar alterado y luego eso se puede recuperar; una persona puede tener un trastorno bipolar y durante una época estar incapacitado y en otra no, la depresión lleva a valorar las cosas de forma distinta a cuando están bien. No se dice si la persona tiene un juanete, una demencia o una diabetes, no es crucial si tiene una enfermedad, sino valorar objetivamente su capacidad de obrar y razonar”. (Psiquiatra JM Olivares)
Por otra parte, debemos estar contentos ¿Qué bien nos hace una gota de agua en el desierto? Este tipo de descubrimiento puede que nos ayude a diagnosticar y a mejorar el abanico de tratamientos en el TPB… ya que este diagnóstico es habitual que se solape con alteraciones similares de otras patologías psiquiátricas, lo que lleva a diagnósticos tardíos (cuando no erróneos) que entorpecen el tratamiento, más del 50 % no se diagnostican desde el principio.
El abordaje de esta enfermedad multidimensional en la que no existen reglas ni siquiera para debutar, ya que algunos pacientes comienzan por fases de manía y otros por episodios depresivos. Sus características hacen que las personas pasen hasta por 3-4-5 o más profesionales antes de llegar al diagnóstico correcto. Entre los disfraces del TBP más frecuentes están los problemas de ansiedad, las psicosis tóxicas o los trastornos de la personalidad.Son fundamentales las referencias familiares sobre fases de eutimia o estabilidad, de euforia desmedida y de cuadros depresivos, puesto que la persona no suele tener conciencia de enfermedad psíquica. Puede caerse en un sobrediagnóstico del TBP si sólo se considera un corte de la enfermedad, puesto que generalmente hay que seguirla entre cinco o siete años para diagnosticarla (Diario Médico).
Rotunda y cuestionable afirmación del Psiquiatra Francisco Toledo: “Estos trastornos nunca causan alteración permanente del ánimo ni se deben a falta de madurez o las peores adversidades. No hay una circunstancia desencadenante, aunque sí puede haber episodios estresantes que contribuyan a la marca genética. Pero ni un divorcio, ni tener un hijo drogadicto ni circunstancias difíciles llevan a la bipolaridad".
Lizardo Cruzado en su Blog “Desde el manicomio”: “Más importancia aún reviste el Diagnóstico centrado en la Persona, que ojalá se desarrolle y se implemente en la mejor amplitud. La Psiquiatría necesita de estas “perogrulladas” geniales pues lo otro es un escándalo. Psiquiatría centrada en la persona pero en el diagnóstico de la totalidad de la persona; por la persona (con los mismos médicos abriendo su perspectiva humana); para la persona (propiciando su desarrollo y logro en salud y proyectos vitales) y con la persona (respetando su idiosincrasia y empoderándola).”
Otro debate histórico es “la Psiquiatría y su cuestión científica”, con este tipo de investigaciones y resultados ¿Estaríamos hablando de una salud Mental basada en la evidencia, acompañada de pruebas exploratorias objetivas? Para el Blog Psotpsiquiatría: “El diagnóstico psiquiátrico, mal que nos pese, es inherentemente subjetivo. Es decir, no contamos hoy en día con ninguna prueba de imagen, bioquímica o de otro tipo que nos confirme más allá de cualquier duda un diagnóstico, por ejemplo, de esquizofrenia o TBP. Y que no se alcen las hordas de biologicistas, neuroimagen en mano. Sabemos de las correlaciones estadísticas entre, por ejemplo, ventrículos cerebrales aumentados y esquizofrenia. pero una correlación estadística no da un diagnóstico de seguridad al 100%. El paciente puede ser esquizofrénico (signifique eso lo que signifique) y tener sus ventrículos normales. O viceversa, tamaño ventricular alterado no implica psicopatología. Por el contrario, tener el virus de la hepatitis C no es una correlación con padecerla, es tener hepatitis C. 100 % de concordancia.Catalogamos estados de ánimo según lo que el paciente o su familia refiere y según lo que nosotros nos creemos o no (dice que está triste, pero no es así; dice que está bien, pero está hecho polvo).”
Según “Etiquetada” de otro blog amigo Esquizoqué; “Muchas veces, el diagnóstico funciona como un prototipo dramático, un personaje caricaturizado, reducido a unos pocos elementos cuyo alcance pretende ser casi universal, con el objetivo de servir de guía a actores principiantes o profesionales perezosos. Parece más sencillo abordar los problemas de uno en uno, y obviamente problemas reales, no problemas que se den por supuesto en base a tal diagnóstico.”
La sociedad y el mundo de la Salud Mental ¿Estamos preparados y nos conviene la normalización de la Salud Mental vs Física? Claro que si, este tipo de noticias favorece el acercamiento pero actualmente sigue existiendo gran distancia, grande muros, ambas se tratan con distinta relación, efectividad y eficiencia terapéutica y recursos…existen asimetrías de poder donde la Salud Mental es La Cenicienta del sector Salud.
Os dejo con música del cantautor, apolítico y activista musical Balear, Feliu Ventura, compromiso poético, después de 5 años, nuevo disco “Música i lletra” (2011) y la canción “Torn de Preguntes”.
Así tal cual, facilito la nota de prensa y posteriores reflexiones:
“Un estudio da evidencias de que alternaciones en la regulación de un gen contribuye en el desarrollo de trastornos bipolares. Este hallazgo sugiere la posibilidad de mejores terapias farmacológicas para estos pacientes.Alternaciones en una proteína del cerebro que regula los genes de expresión pueden jugar un papel importante en el origen del trastorno bipolar, según un estudio publicado en el último número de revista científica Bipolar Disorders1.El trastorno bipolar es una enfermedad grave que conlleva en la mayoría de los casos a alternar fases de euforia y fases depresivas y que en muchas ocasiones resulta una enfermedad incapacitante para la persona que lo padece. La Dra. Belén Ramos que dirige el laboratorio de psiquiatría molecular del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, junto con su equipo, ha liderado esta investigación en colaboración con la Prof. Grace Gill de la Tufts University School of Medicine de Boston.En términos científicos, esta investigación muestra por primera vez que la alteración de la proteína Sp4 en zonas concretas del cerebro puede participar en la aparición de los síntomas de esta patología y descubre que el litio, una substancia reguladora del ánimo y muy utilizada en trastorno bipolar, aumenta los niveles de Sp4 con lo que se apunta a una nueva estrategia relevante en la mejora del tratamiento farmacológico de esta enfermedad grave.Para llevar a cabo este estudio se han analizado los niveles proteicos de Sp4 en muestras de cerebro postmortem de sujetos bipolares y de controles, y se ha encontrado que los niveles de la proteína Sp4 en el cortex prefrontal del cerebro y en el cerebelo son más bajos en pacientes con trastorno bipolar que en sujetos controles que no tienen esta enfermedad. El estudio se ha centrado en estas regiones del cerebro debido a que estudios de imágenes del cerebro sugieren que el trastorno bipolar está asociado a alternaciones en estas zonas. Además, se ha identificado el papel esencial del Sp4 en la regulación de la formación y estructura de las células nerviosas durante el desarrollo neuronal así como un factor importante en la respuesta neuronal.”1 Pinacho R, Villamazo N, Lalonde J, Haro JM, Meana J, Gill G, Ramos B. The transcription factor SP4 isreduced in postmortem cerebellum of bipolar disorder subjects: control by depolarization and lithium. Bipolar Disord. 2011 13 (5-6): 474-485.
Tira los Muros felicita a los Investigadores, un gran hallazgo para la Salud Mental y para el cuidado del Trastorno Mental Grave (TMG) como es el Trastorno Bipolar (TBP). Un diagnóstico que suele presentarse por primera vez a partir de la adolescencia o principio de la edad adulta, aunque cada vez más en niños, y que afecta igualmente a hombres que a mujeres, actualmente afecta a un 2-3% de los españoles.
Un diagnóstico que salta a la fama en EEUU durante los años 90, unido a cierta simpatía social por su atractiva-exagerada relación con el mundo artístico y por su relación con el mal-uso del fármaco Prozac, consumido por ejecutivos y modernos en un contexto festivo-motivador. De moda y de uso común también es el término “bipolar” que escapa del vocabulario científico para definir despectivamente la mayoría de veces a “cualquier persona cambiante”, aumentando así el estigma que sufren los verdaderamente diagnosticados de TBP.
Cierto que muchas personas famosas que destacan por su creatividad han estado asociados al TBP como: Vincent Van Gogh, Albert Einstein, Virginia Woolf, Winston Churchill, Mozart, Edgar Allan Poe, Ernest Hemingway, Tchaikovski, Emily Dickinson, Salvador Dalí, Kurt Cobain, Catherine Zeta-Jones, Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor, Robin Williams, Lindsay Lohar, Britney Spears, Axl Rose, Jim Carrey, Ben Stiller o Mel Gibson...
Un diagnóstico que debe seguir siendo investigado, tiene gran esperanza de éxito en estudios y tratamientos farmacológicos aplicados (estabilizadores del estado de ánimo como el Litio o el Valproato Sódico), y con una terapia individualizada que trabaje la conciencia de enfermedad, la mayoría de los pacientes pueden llevar una vida socio-familiar-laboral como cualquier otro ciudadano. La pionera Guía “Tima Bipolar Disorders Algorithms”, publicada en el estado de Texas en octubre de 2001, aseguraba “la total remisión de los síntomas- no sólo la respuesta al tratamiento” que cita como su meta de tratamiento. Y “El tratamiento está destinado a la estabilización del episodio con el propósito de conseguir la remisión, definida como un completo retorno a un nivel de base de funcionamiento y una virtual ausencia de síntomas.” (Guía práctica Clínica, American Psychiatric Association, publicada en abril de 2002).
Nada más conocer la noticia: “La alteración de la Proteína Sp4 está relacionada con el Trastorno Bipolar (TBP)”, se me ocurrieron “Un torno de preguntas que son incendios, hambre y rabia que las respuestas casi no pueden apagar, satisfacer ni esquivar” (Cantautor Feliu Ventura):
¿Cuál es la magnitud de la noticia? Parece poco significativa porque no aparece en los grandes ni pequeños medios de comunicación…parece que no es suficientemente revelador que se haya avanzado respecto al tratamiento y diagnóstico de una enfermedad grave. En este caso un trastorno mental, con su riesgo histórico de ser estigmatizada…o ¿Es posible que sólo nos interese y nos vendan las noticias alarmantes, morbosas, basura? Los medios de comunicación están al servicio de la información, sociedad, clientes, poderes estructurales varios…¿Los medios de comunicación son un reflejo de lo que somos?
El TBP como enfermedad ¿Podría tener claramente su origen en una alteración genética? El pensamiento psiquiátrico biológico dice: “demostremos un origen genético de tal enfermedad y habremos demostrado la causalidad biológica, y por lo tanto la existencia, de dicha enfermedad biológica”.
Para el blog amigo postpsiquiatría: “El concepto de enfermedad es sumamente problemático. En líneas generales, se podría aceptar que enfermedad sería aquella condición biológica que ocasiona una disminución en la calidad o cantidad de vida, o diversos tipos de molestias, dolores, malestares o repercusiones.” Cuando hablamos de una enfermedad física es fácil de detectar, objetivar y medir, pero si es un trastorno mental hay basarse de manera subjetiva en un Manual estadístico psiquiátrico (CIE-10, DSM-IV).
Hoy en día se sabe más acerca de las causas y del tratamiento de los problemas mentales. Más de uno puede pensar que cada vez más gira la balanza hacia causas biológicas con el riesgo de abandonar componentes psicológicos-ambientales. Asumir la causa biológica como idea única-principal es reforzar el estigma y aceptación de prejuicios como la opción de no poder tener hijos las personas que sufren una enfermedad mental. Es esquivar la actual línea de intervención bio-psico-social comunitaria. Es reforzar la medicalización de la salud como único tratamiento, alimentar el negocio farmacéutico y conformarse con la cronificación de nuestros pacientes y la percepción de mantener=tratar.
La problemática histórica del paciente mental no es nueva, ya en 1994 la Guía APA sobre el TBP, señalaba con acierto y con un injusto presagio; “Las metas específicas del tratamiento son disminuir la frecuencia, severidad y consecuencias psicosociales de los episodios y mejorar el funcionamiento psicosocial entre episodios. Algunos pacientes con daños crónicos necesitarán servicios específicos de rehabilitación”. "Las personas que sufren TBP puede que necesiten tratamiento crónico pero no clónico" (Psiquiatra Francisco Toledo).
A todo esto, la Psiquiatría más que nadie debe rechazar el estigma social sobre la Enfermedad Mental, como por ejemplo en Inglaterra con su nueva legislación ya no se habla de diagnósticos sino de cómo está la persona en ese momento (Psiquiatra JM Olivares).A la pregunta de si ¿una persona con TBP puede ser padre? Me sumo a esta respuesta:“Hay personas que pueden tener una enfermedad mental y son perfectamente capaces para todo, y hay personas que no tienen una enfermedad mental pero transitoriamente no están en condiciones de gobernar su vida o sus bienes o son un peligro para sí mismos o para otras personas. A nadie le piden un certificado de aptitud para ser padre y tampoco es justo que se le pida a una persona porque tiene una enfermedad, máxime cuando está tratada y cuidada” (Psiquiatra JM Olivares).
Si hablamos de capacidad mental para tener hijos, parece que primero era un concepto legal y ahora lo quieren hacer un concepto médico, medible…dudo de eso, creo que es un concepto ético, dinámico, hablamos de derechos humanos y de la persona a autogobernarse.“No siempre el medico va a encontrar una explicación a esa incapacidad, que puede ser temporal. Una persona puede tener un accidente de trafico, quedar alterado y luego eso se puede recuperar; una persona puede tener un trastorno bipolar y durante una época estar incapacitado y en otra no, la depresión lleva a valorar las cosas de forma distinta a cuando están bien. No se dice si la persona tiene un juanete, una demencia o una diabetes, no es crucial si tiene una enfermedad, sino valorar objetivamente su capacidad de obrar y razonar”. (Psiquiatra JM Olivares)
Por otra parte, debemos estar contentos ¿Qué bien nos hace una gota de agua en el desierto? Este tipo de descubrimiento puede que nos ayude a diagnosticar y a mejorar el abanico de tratamientos en el TPB… ya que este diagnóstico es habitual que se solape con alteraciones similares de otras patologías psiquiátricas, lo que lleva a diagnósticos tardíos (cuando no erróneos) que entorpecen el tratamiento, más del 50 % no se diagnostican desde el principio.
El abordaje de esta enfermedad multidimensional en la que no existen reglas ni siquiera para debutar, ya que algunos pacientes comienzan por fases de manía y otros por episodios depresivos. Sus características hacen que las personas pasen hasta por 3-4-5 o más profesionales antes de llegar al diagnóstico correcto. Entre los disfraces del TBP más frecuentes están los problemas de ansiedad, las psicosis tóxicas o los trastornos de la personalidad.Son fundamentales las referencias familiares sobre fases de eutimia o estabilidad, de euforia desmedida y de cuadros depresivos, puesto que la persona no suele tener conciencia de enfermedad psíquica. Puede caerse en un sobrediagnóstico del TBP si sólo se considera un corte de la enfermedad, puesto que generalmente hay que seguirla entre cinco o siete años para diagnosticarla (Diario Médico).
Rotunda y cuestionable afirmación del Psiquiatra Francisco Toledo: “Estos trastornos nunca causan alteración permanente del ánimo ni se deben a falta de madurez o las peores adversidades. No hay una circunstancia desencadenante, aunque sí puede haber episodios estresantes que contribuyan a la marca genética. Pero ni un divorcio, ni tener un hijo drogadicto ni circunstancias difíciles llevan a la bipolaridad".
Lizardo Cruzado en su Blog “Desde el manicomio”: “Más importancia aún reviste el Diagnóstico centrado en la Persona, que ojalá se desarrolle y se implemente en la mejor amplitud. La Psiquiatría necesita de estas “perogrulladas” geniales pues lo otro es un escándalo. Psiquiatría centrada en la persona pero en el diagnóstico de la totalidad de la persona; por la persona (con los mismos médicos abriendo su perspectiva humana); para la persona (propiciando su desarrollo y logro en salud y proyectos vitales) y con la persona (respetando su idiosincrasia y empoderándola).”
Otro debate histórico es “la Psiquiatría y su cuestión científica”, con este tipo de investigaciones y resultados ¿Estaríamos hablando de una salud Mental basada en la evidencia, acompañada de pruebas exploratorias objetivas? Para el Blog Psotpsiquiatría: “El diagnóstico psiquiátrico, mal que nos pese, es inherentemente subjetivo. Es decir, no contamos hoy en día con ninguna prueba de imagen, bioquímica o de otro tipo que nos confirme más allá de cualquier duda un diagnóstico, por ejemplo, de esquizofrenia o TBP. Y que no se alcen las hordas de biologicistas, neuroimagen en mano. Sabemos de las correlaciones estadísticas entre, por ejemplo, ventrículos cerebrales aumentados y esquizofrenia. pero una correlación estadística no da un diagnóstico de seguridad al 100%. El paciente puede ser esquizofrénico (signifique eso lo que signifique) y tener sus ventrículos normales. O viceversa, tamaño ventricular alterado no implica psicopatología. Por el contrario, tener el virus de la hepatitis C no es una correlación con padecerla, es tener hepatitis C. 100 % de concordancia.Catalogamos estados de ánimo según lo que el paciente o su familia refiere y según lo que nosotros nos creemos o no (dice que está triste, pero no es así; dice que está bien, pero está hecho polvo).”
Según “Etiquetada” de otro blog amigo Esquizoqué; “Muchas veces, el diagnóstico funciona como un prototipo dramático, un personaje caricaturizado, reducido a unos pocos elementos cuyo alcance pretende ser casi universal, con el objetivo de servir de guía a actores principiantes o profesionales perezosos. Parece más sencillo abordar los problemas de uno en uno, y obviamente problemas reales, no problemas que se den por supuesto en base a tal diagnóstico.”
La sociedad y el mundo de la Salud Mental ¿Estamos preparados y nos conviene la normalización de la Salud Mental vs Física? Claro que si, este tipo de noticias favorece el acercamiento pero actualmente sigue existiendo gran distancia, grande muros, ambas se tratan con distinta relación, efectividad y eficiencia terapéutica y recursos…existen asimetrías de poder donde la Salud Mental es La Cenicienta del sector Salud.
Os dejo con música del cantautor, apolítico y activista musical Balear, Feliu Ventura, compromiso poético, después de 5 años, nuevo disco “Música i lletra” (2011) y la canción “Torn de Preguntes”.