El trastorno de acumulación

Seguramente conozcas el llamado Síndrome de Diógenes, en el cual las personas que lo sufren tienden a acumular grandes cantidades de objetos en sus hogares. Por lo general, este tipo de elementos suelen ser residuos y basuras, los cuales son recolectados de una forma casi inconsciente llegando a hacer inhabitable dicho espacio.

Sin embargo, de lo que quisiéramos hablaros hoy es del llamado Trastorno de acumulación, que aunque pueda parecer lo mismo, mantiene una serie de diferencias con el anterior.

La primera de ellas y quizá la más reseñable la encontramos en el tipo de objetos que se acumulan. Como hemos comentado, en el caso del Síndrome de Diógenes estos suelen ir desde deshechos hasta alimentos podridos e incluso excrementos. Por el contrario, en el caso del Trastorno por acumulación, son realmente artículos a los que podría dárseles un uso, tales como ropa, calzado, folletos, bolsas, papel, etc.

Por otro lado, los que padecen de Diógenes no parecen saber muy bien por qué lo hacen, mientras que los “acumuladores” sí que parecen tener claro que su comportamiento se debe a por si en el futuro dichos objetos pudieran serles de utilidad.

Finalmente, la última de las diferencias relevantes la encontramos en la edad a la que aparece el problema, siendo el primero de ellos más propio de personas mayores de 65 años mientras que el último puede darse desde cualquier edad.

Así, el Trastorno por acumulación ha sido considerado por muchos autores como una forma de TOC, como si el recolectar objetos fuese una forma de compulsión con arreglo a una obsesión. Sin embargo, otros tantos discrepan ante esta apreciación, pues piensan que mientras que en el TOC dicha acumulación es vivida con sufrimiento y de forma egosintónica, en el caso de los “acumuladores” este acto les causaría placer, siendo vividos como algo egodistónico.

Para que entendamos esto, diremos que los obsesivo-compulsivos temerían deshacerse de los objetos por si algo terrible ocurriese al hacerlo (obsesión-compulsión), mientras que los “acumuladores” lo harían por un simple miedo a equivocarse o a tirar algo que pudiese hacerles falta.

Algo que resulta digno de mencionar es que, según los estudios, las personas que sufren de Trastorno de acumulación parecen obtener puntuaciones más bajas en aquellas pruebas que requieran de buenas capacidades de atención, concentración y memoria, algo que haría más “comprensible” su patología, pues no sería más que un modo de asegurarse no olvidar nada o no equivocarse.

En cualquier caso, nos situemos en uno u otro punto de vista, lo que parece claro es que existiría un estilo cognitivo basado en la inseguridad y la baja autoconfianza.

foto|Simon Howden