Revista Psicología

El Trastorno de Ansiedad Generalizada: cuando lo cotidiano se vuelve atemorizante

Por J.k. Pérez

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“El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.”

Siddhārtha Gautama

 Para una introducción al concepto de ansiedad puedes leer el artículo que escribí.

Nadia es una ejecutiva exitosa de 31 años que labora en una gran empresa trasnacional, vive sola y no tiene problemas económicos. Toda su vida se ha caracterizado por ser una persona capaz y responsable. Desafortunadamente, en el último año las cosas no han salido igual de bien; siente que las labores a desempeñar en el trabajo se acumulan y, que en cualquier momento va a ser despedida. Además, cada vez le es más difícil concentrarse y ha tenido roces con sus compañeros. Incluso cuando está con sus amigos o familia se le nota irritable y preocupada. Adicional a todo esto, por las noches le es muy difícil conciliar el sueño, por lo que no duerme la cantidad de horas necesarias.

Dentro de los trastornos de ansiedad se ha designado como “Trastorno de Ansiedad Generalizada” (TAG) a aquél caracterizado por ansiedad y preocupación excesivas  que se presentan más días de los que no se presentan en un período de al menos 6 meses con al menos tres de estos síntomas: agitación, fatigarse con facilidad, dificultad para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular y trastornos del sueño. Se dice que, en este caso, la ansiedad es “flotante” porque se encuentra en acontecimientos de diversa índole de la vida del individuo, a diferencia de otros trastornos de ansiedad en donde el disparador circunda una situación o tema en específico. Este padecimiento es dos veces más común en mujeres que en hombres y su prevalencia es mayor en personas de mediana edad (40-50 años).Las causas de esta problemática se desconocen con certeza, pero se considera que intervienen en su desarrollo tanto factores genéticos, como ambientales y sociales.

Debido a que la persona vive en constante ansiedad es muy común que se presenten malestares físicos, como tensión muscular, colitis, gastritis, cardiopatías o dermatitis. Además, es notorio el impacto negativo que tiene el TAG en procesos cognitivos como en la capacidad de concentración y memoria.

Si analizamos el plano cognitivo (pensamientos) que estos pacientes tienen, encontramos enunciados del tipo “es horrible”, “no puedo soportarlo”, “siempre ocurre que…”, los cuales se denominan distorsiones cognitivas, pensamientos que carecen de fundamento real y/o lógico porque representan una visión poco fidedigna de la cuestión que describen. De aquí se deriva el hecho de que el tratamiento con más alto índice de efectividad comprobado sea la terapia cognitivo conductual, dedicada a intervenir en la manera disfuncional de pensar y actuar del individuo  y a enseñarle estrategias de afrontamiento.  En casos más severos, un psiquiatra prescribirá psicofármacos como ISRS o benzodiacepinas para la remisión de la sintomatología, en conjunto con psicoterapia, constituyendo así un tratamiento multimodal. Otro recurso importante en el tratamiento de la ansiedad es la actividad física, pues se ha encontrado que ayuda a regular los procesos respiratorios y cardíacos, así como el estado de ánimo, por lo tanto se cuenta como un arma más en el arsenal contra la ansiedad.

Como aclaración final es pertinente recordar que sólo los médicos, psicólogos y psiquiatras pueden hacer un diagnóstico y que la finalidad de éste es facilitar la comunicación entre profesionales de la salud mental, el hecho de recibir un diagnóstico no es una condena que marque al individuo de por vida, es sólo la vía para identificar el tratamiento más adecuado.

Referencias

Noemí Guillamón (2008). Clínica de la Ansiedad. Psicólogos en Barcelona y Madrid. Especialistas en el tratamiento de la ansiedad.

Corr, P. J. (2006). Psicología Biológica. Ciudad de México: McGraw-Hill.

AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION (APA). (2002). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-IV-TR. Barcelona: Masson.

Espero que el post te sea útil y haya sido de tu agrado. Te recuerdo que cada semana contribuyo con artículos sobre ansiedad. Si deseas contactarme mi dirección de correo electrónico es: [email protected]

Psic. Rodrigo Murguía

19.432608 -99.133208

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