El trono del César

Julio César sigue siendo uno de esos pocos recursos narrativos que por mucho que se usen siguen siendo interesantes para desarrollar nuevas historias y conocer aún mejor la sociedad de la época. Hoy le toca el turno a Harry Sidebottom que con “El trono del César” nos traslada al año 235 d.C. Y nos enseña un mundo lleno de venganzas, odio y tragedia.

La historia arranca cuando el emperador Alejandro Severo es asesinado y el puesto de poder del César queda vacante. Un trono que recoge ese nombre tras el emperador Julio César y que, de forma extraordinaria, fue disputado por 6 personas en un mismo año.

Maximino el Tracio organiza una revuelta y es el primero en conseguir el trono del César, el problema viene cuando el Senado no ratifica la toma de poder y su intento por dominar el imperio queda en vano. Además, la guerra en el norte que está mermando los recursos disponibles del gobierno dificultan aún más su día a día.

La falta de dinero, hombres para luchar y la desesperación hacen que Maximinio tome medidas extraordinarias que hacen a todos los que están alrededor cuestionarse su cordura. Ya que, muchas de estas decisiones son un parche a corto plazo para intentar frenar una caída en dominó prácticamente imposible de frenar.

“El trono del César” es un libro que va mucho más allá de una disputa de poder, es una narración precisa de las intrigas de la época y una buena forma de conocer el funcionamiento de la sociedad que dio lugar a uno de los mayores imperios que ha conocido el ser humano.

Después de todo, a pesar de la caída del Imperio Romano el impacto y el legado de estos perdura aún hasta nuestros días.