Revista Arte

El último gran cartógrafo español

Por Tasartia

El último gran cartógrafo español

Juan de la Cruz Cano y Olmedilla
Mapa de América meridional. 1775.


El último gran cartógrafo español

Detalle


El último gran cartógrafo español

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Recientemente hemos tasado en Tasartia este mapa.
No es un mapa cualquiera. Es una de ésas piezas que disfrutamos especialmente porque, además de ser una obra de gran valor y belleza, es un trozo de historia en sí misma. Un trozo de historia que pasó por las manos de Carlos III, Thomas Jefferson y que determinó en gran medida la configuración actual de países como Brasil o Argentina.
Todo empezó en 1752 cuando un adolescente madrileño llamado Juan de la Cruz Cano y Olmedilla con un gran talento para el dibujo y las matemáticas fue enviado a París por el Marqués de la Ensenada para estudiar técnicas de grabado con el maestro francés más prestigioso de su época: Bourgignon d'Anville. Con él permaneció ocho años durante los que se convirtió en su mejor discípulo.
A su regreso a España fue nombrado miembro de la Academia de San Fernando en 1.760 y académico de mérito desde 1.764.
Sin embargo su brillante futuro se vio truncado por un encargo que en principio, debió parecer un regalo del cielo. En 1.765 recibió el encargo del Ministro de Estado, marqués de Grimaldi, por orden del mismísimo rey Carlos III, de hacer un mapa de América del Sur a escala 1/5.000.000. 
El grabado de las ocho planchas de cobre que comprendía se terminó en 1.775, pero casi inmediatamente se prohibió su impresión pretextando mala calidad. En realidad el motivo fue que los datos del mapa afectaban desfavorablemente a los intereses nacionales en el Tratado de San Ildefonso, firmado con Portugal sobre el polémico asunto de los límites coloniales. En 1789 por orden del conde de Floridablanca fueron recogidos todos los ejemplares ya distribuidos, y secuestradas las planchas en la Calcografía Nacional. Floridablanca autorizó el pago de una indemnización de 750 reales.
Juan de la Cruz Cano y Olmedilla que había invertido toda su fortuna en su obra, quedó en la más absoluta ruina, perdiendo también su prestigio como cartógrafo. Presa de una profunda depresión murió en 1790, dejando viuda y siete hijos.
Sin embargo el mapa fue conocido de una forma sorprendente y peculiar. En 1786 el embajador americano en París, Thomas Jefferson había conseguido una copia, que envió al grabador William Faden, de Londres, que lo publicó en Londres en 1799, en 16 hojas. Durante mucho tiempo se consideró el mejor mapa de América del Sur.
En España la publicación no fue autorizada hasta 1.802, después de una inspección realizada por Francisco Requena, que confirmó la validez del mapa. Demasiado tarde, por desgracia, para el cartógrafo español. 
Fue utilizado en varias negociaciones e tratados  durante el siglo XIX, particularmente entre Brasil y Argentina en 1894. En él se muestran las colonias españolas, los pueblos más importantes así como las plantas que se cultivaban en las distintas tierras como el cacao o el algodón.  
En este caso, los intereses de los nobles de la época prevalecieron por encima del talento del joven cartógrafo quien, en la ejecución de un trabajo conciso y de calidad, perdió toda su fortuna y su propia vida. Juan de la Cruz Cano y Olmedilla se considera el último gran maestro cartógrafo español pues en el siglo XIX comenzaron a realizarse mapas utilizando las técnicas modernas. 
Por suerte, gracias a Thomas Jefferson, esta preciosa obra no cayó en el olvido y hoy sabemos que se trataba del mapa más conciso y detallado de su tiempo, muy superior en calidad a los mapas existentes de América del Norte de su época. El testigo de un tiempo en que los instrumentos científicos no sólo debían ser útiles y precisos sino también hermosos. 
N. Las imágenes han sido recopiladas de Internet. Bajo ningún concepto publicamos fotografías de las obras de nuestros clientes sin contar con su expreso consentimiento.Información proporcionada por el Blog de Ana Trigo (www.anatrigo.es)

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