Sin categoría
El post de hoy no es de gastronomía. Ni de restauración. Ni de redes sociales.
No va de ninguna de los temas de los que hablo habitualmente. Por eso arriba a la derecha dice Sin categoría.
Pero tenía ganas de escribir sobre ello por la experiencia que he ido acumulando. Y como este blog también es una muestra de lo que hago profesionalmente, he decidido publicar estas líneas aquí.
Hoy voy a hablar sobre el trabajo de un redactor freelance y los presupuestos.
Esa fase situada entre querer hacer lo que te gusta, buscar/encontrar clientes a quienes ofrecer tu trabajo y llegar a un acuerdo laboral y económico con ellos.
Llevo desde hace un tiempo emprendiendo como redactora freelance y te puedo asegurar que el proceso previo a comenzar a trabajar con los clientes es todo un arte, por no decir un trabajo en sí mismo.
Me refiero a hacer tu propia marca personal en el sector en el que te mueves para poder ser ubicado cuando alguien requiera los servicios de un profesional con tu perfil, practicar el networking como una forma de hacer contactos y aprender así como ubicar y lograr ser ubicado por las personas/empresas con las que quieres trabajar.
Y muchos etcéteras.
Luego, elaborar un presupuesto que convenza a ese futuro cliente para que contrate tus servicios.
Porque en materia de redacción, copywriter y gestión de redes sociales pasa como esas actualizaciones en las redes que seguro habrás visto alguna vez publicada por tu amig@ el músico o el diseñador gráfico. Esas en las que, con vocación justiciera, denuncian que a los médicos no les piden una operación gratis a cambio de promoción para que proyectes tu trabajo y así seguro te salen más cosas.
La típica imagen protestona
Te suena ¿verdad?
Y es que en ciertas profesiones u oficios pareciera que nuestra labor no se toma en serio porque consideran que es casi de broma, piensan que lo puede hacer cualquiera o simplemente es algo secundario.
Pareciera que el músico tiene que donar sus bolos al garito para poder ofrecerle su talento al mundo, el diseñador tiene que regalar logos a todo el que le pida porque eso son dos dibujitos y ya o los redactores tenemos que bajar las tarifas hasta casi regalar nuestro trabajo porque con la democratización de internet todo el mundo puede hacer lo mismo.
Nada más lejos de la realidad.
Esta es la realidad
Razones por las que no debes presupuestar por debajo de lo que consideras justo
- Porque si bajas demasiado tu presupuesto y consigues el contrato, a los pocos meses te sentirás frustrado y harás las tareas con menos entusiasmo porque sabes que valen más de lo que cobras.
- Porque aunque no eres perfect@ y cometes errores, eres lo suficientemente profesional y tienes la capacidad para asumir con responsabilidad tus fallos y dejarte la piel corrigiéndolos.
- Porque escribir textos de calidad y gestionar bien redes sociales implica un tiempo que aunque no se ve en el resultado final (ese diseño, ese texto se ve/lee tan bonito y tan fácil de hacer!) está ahí y sabes el esfuerzo y la concentración que ha supuesto.
- Porque si quienes te contratan están comenzando tú también estás comenzando; si los demás están necesitando una mano en eso de mover un poco las redes sociales tú también necesitas una mano en eso de producir más dinero para poder vivir de ello.
- Porque un texto bien hecho necesita una ortografía, una cadencia y un ritmo que no, no se logra con abrir un blog y ya.
- Porque una fotico en el Facebook, una frasecita en Twitter, son parte de una estrategia pensada y planificada con antelación que comprende procedimientos que deben ser analizados continuamente para ir adaptándolos de acuerdo a lo que funciona.
- Porque en lo referido a redes sociales los cambios y las renovaciones van tan rápido que hay que ponerse las pilas y estudiar continuamente (lo admito: aún no se usar Snapchat)
- Porque a las -odiadas, por lo menos en mi caso- compañías de luz, gas y teléfono no les puedes decir que estás comenzando y que se esperen a que produzcas dinero para pagar las facturas. Mucho menos que les pagarás con un post en tu blog con el que obtendrán una gran proyección de marca.
Trabajo gratis no
Y soy consciente de que a veces hay necesidades que te obligan a bajar las tarifas para obtener clientes. Pero mientras podamos, debemos poner en valor en nuestro trabajo y hacer ver que lo que hacemos requiere un conocimiento y esfuerzo que debe ser recompensando.
Si. Hoy me puse reivindicativa, pero de vez en cuando no viene mal. ¿Tú qué opinas?
Archivado en: Sin categoría