En este ensayo pretendo ofrecer una concisa argumentación en contra de esa errónea idea que dice que el veganismo es un "sacrificio".
Hay personas que consideran que el veganismo es un ejercicio de auto-negación y de auto-sacrificio, pero comprobaremos que la verdad es justamente al contrario.
El diccionario define sacrificio como "la entrega o la destrucción de algo preciado o deseado en beneficio de otra cosa que se estima de mayor valor". Este concepto implica que aquello valioso o deseado que se entrega pertenece a la persona que realiza el sacrificio. Por tanto, no puede ser un sacrificio legítimo el entregar la posesión de otra persona, que no es nuestra.
Considerar que el veganismo es un sacrificio es consecuencia de creer que tenemos derecho a utilizar a otros animales para satisfacer nuestras necesidades y deseos. Esta creencia proviene directamente del prejuicio del especismo.
Utilizar a otros animales y consumir productos de origen animal es un acto injusto que implica violencia hacia seres inocentes. Nosotros forzamos a los demás animales para que sus intereses queden supeditados y anulados en favor de los nuestros. Si esto es un sacrificio, se trata de un sacrificio forzado.
Sin embargo, el veganismo no puede ser un sacrificio porque no se trata acerca de perder algo que es nuestro sino que se trata acerca de respetar la vida y la libertad de los demás animales. ¿Qué razón moral tenemos para justificar nuestra dominación sobre los animales nohumanos? Ninguna en absoluto. Simplemente no podemos justificar éticamente la explotación que ejercemos sobre otros animales. Lo hacemos sólo porque podemos someterlos, ellos no se pueden defender, y porque nos beneficia.
Dicho en pocas palabras: no es un sacrificio dejar algo que nunca fue legítimamente nuestro en primer lugar.
No es razonable suponer que obedecer la ética es un sacrificio. Evitar la esclavitud, la violación o el asesinato nunca se considera un sacrificio. Porque no tenemos derecho a esclavizar, a violar o asesinar a alguien. Cuando evitamos dañar la vida o la libertad de otro ser sintiente no es un sacrificio por nuestra parte. No entregamos ni perdemos nada que sea legítimamente nuestro.
Hay otras razones por las cuales el veganismo no se puede considerar un sacrificio.
Por ejemplo, alguien puede creer que ser vegano es difícil, pero tal y como el profesor Gary Francione explica, el veganismo no es un sacrificio porque es fácil llevarlo a la práctica:
«Me hice vegano hace 24 años. No era particularmente difícil por aquel entonces pero es absolutamente absurdo calificar el veganismo como difícil hoy en día. Es fácil ser vegano. Por supuesto que estás más limitado a la hora de ir a restaurantes, sobre todo si no vives en una ciudad grande o cerca de ella, pero si este inconveniente es demasiado para ti y te evita el hecho de ser vegano, eso se debe probablemente a que no te estás tomando en serio la cuestión.»
El veganismo es saludable también, por lo que no se sacrifica la salud de nadie. La Asociación Americana de Dietética avala la alimentación vegana:
«Es la postura de la Asociación Americana de Dietética que las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluidas las dietas totalmente vegetarianas o veganas, son saludables, nutricionalmente adecuadas, y pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades. Las dietas vegetarianas bien planificadas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo, la lactancia, la infancia, la niñez y la adolescencia, así como para deportistas.»
Los veganos tampoco sacrifican el placer de su paladar. Una dieta vegetal puede incluir toda clase de frutos, verduras, cereales y legumbres de todas las partes del mundo. Hay literalmente miles de recetas veganas sabrosas que podemos encontrar por internet. También hay carnes y quesos vegetales, helados y todo tipo de delicias. Cada vez aparecen más y más productos aptos para veganos en las tiendas y mercados. Puede llevar algún tiempo conocer todos los productos veganos, pero, como cualquier cambio de rutina, se requiere un breve tiempo de ajuste.
Los veganos no pierden apenas nada en términos de disfrute, salud y gastronomía, pero lo más importante es reconocer que el veganismo no es un sacrificio porque no es un sacrificio devolver aquello que nunca nos perteneció.
Este texto está directamente inspirado en un artículo escrito por la activista norteamericana Doris Lin quien me sugirió personalmente que escribiera mi propio texto basado en el suyo en lugar de hacer una simple traducción. Desde aquí le agradezco sus palabras y su amabilidad.