Fotografía: Procsilas Moscas
Este sábado 21 de junio llega el verano astronómico. Según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), este será uno de los más largos de todos los tiempos, con una duración de 93 días y 15 horas, hasta la llegada del otoño el 23 de septiembre. El solsticio de verano ocurre cuando la inclinación del semieje de un planeta, ya sea en el Norte o el hemisferio Sur, está más inclinado hacia el Sol que su órbita. La inclinación del eje máxima de la Tierra hacia el sol es de 23° 26′. Esto ocurre dos veces al año.
Desde el punto de vista astronómico, en los cielos matutinos del verano de 2014 se verán los planetas Marte y Saturno tras la puesta de Sol, estos dos planetas se irán acercando el uno al otro en el cielo hasta alcanzar el 27 de agosto una distancia mínima de aproximadamente 4 grados. Venus se verá antes del amanecer y a mediados de la estación se le unirá Júpiter, los dos planetas alcanzarán el 18 de agosto una distancia mínima relativa de menos de 1 grado. Por otro lado, el día del solsticio de verano corresponde al de mayor duración del año. Alrededor de esta fecha se encuentran el día en que el Sol sale más pronto y aquél en que se pone más tarde. Un hecho circunstancial no relacionado con las estaciones se da también en esta época: el día del afelio, es decir, el día en que el Sol y la Tierra están más alejados entre sí a lo largo del año (4 de julio). Para el hemisferio Sur hoy comienza el solsticio de invierno.