El 4 de octubre de 1957, la Unión Soviética colocaba en órbita en torno a la Tierra el Sputnik, el primer satélite artificial. Tan solo 55 años después del lanzamiento del Sputnik hemos conseguido que una nave espacial abandone el Sistema Solar para no regresar jamás. El Voyager 1 se ha convertido en el primer objeto creado por el hombre en salir del Sistema Solar.
No cabe duda que con el Sputnik empezó una nueva era, la era espacial. Y su impacto tuvo consecuencias políticas y sociales. J.F. Kennedy, como candidato a la Presidencia de los Estados Unidos, criticó la actuación pasiva de la administración Eisenhower ante el éxito espacial ruso. Lamentando el atraso de los Estados Unidos respecto Rusia en tecnología espacial. La expresión “missile gap” se utilizó como campaña electoral de Kennedy frente a Richard Nixon y algo tuvo que ver con la elección de John Fitzgerald Kennedy como trigésimo quinto presidente de los EE.UU. Lo demás es historia de finales del siglo XX.
A finales de la década de los 70 la tecnología espacial estaba preparada para construir y lanzar al espacio el Voyager 1 y su gemelo Voyager 2, destinados a ser viajeros incansables de la Galaxia. Lanzados al espacio en 1977, después de un viaje de 36 años y 18,9 mil millones de kilómetros (126,3 veces la distancia de la Tierra al Sol) el Voyager 1 ha salido del Sistema Solar en su viaje al “infinito” de nuestra Galaxia. El Voyager 2 se encuentra a 15,4 mil millones de kilómetros (103 veces la distancia Tierra-Sol). La velocidad del Voyager 1 es de unos 61.600 km/h y el de Voyager 2 de unos 56.500 km/h.
Estos 36 años de viaje interestelar hacia las fronteras del sistema solar le han pasado factura. Sus sensores fallan, su energía es muy baja, pero a pesar de ello ha sido suficiente para poder detectar la débil señal que separa la frontera del sistema solar y el espacio interestelar, denominada heliopausa.
A medida que el Sol se mueve a través del medio interestelar el viento solar formado por partículas cargadas a alta velocidad (plasma solar), procedentes de las erupciones solares, choca con las partículas cargadas del medio interestelar (plasma interestelar) formando una frontera que separa el interior del exterior del sistema solar, la heliopausa.
La velocidad del plasma solar es muy superior a la del medio interestelar y se produce una onda de choque en la heliopausa. Como consecuencia del frenado que reciben las partículas solares al chocar con las partículas interestelares. Esta onda de choque es precisamente lo que ha detectado el Voyager 1.
En su viaje eterno por la Galaxia, el Voyager 1 tardara aun 30.000 años en atravesar la nube de oort y dentro de 40.000 años pasara a 1.6 años luz de la estrella Gliese 445. Y su gemelo Voyager 2 dentro de 296.000 años pasara a 4.3 años luz de la estrella más brillante del firmamento, Sirius.
Como curiosidad tenemos que la NASA coloco un mensaje en los Voyager por si en su viaje galáctico se encontraban con una cultura alienígena. El mensaje se encuentra grabado en un disco de cobre de 12 pulgadas bañado en oro. Contiene imágenes i sonidos de la diversidad de la vida y culturas sobre la Tierra. Sonidos del viento, pájaros, ballenas y otros animales. Selecciones musicales y saludos en diferentes idiomas.