En una de mis últimas entradas abrí un melón que hace tiempo rondaba mi cabeza, hablar un poco del vino dentro del universo de Canción de Hielo y Fuego y Juego de Tronos, de la mano del escritor George R.R. Martin, al que esta semana le caen 72 Días del Nombre. He podido leer varios acercamientos a este tema, algunos los reseño abajo como el del maestro Mariano Fisac, en su añorado blog mileurismogourmet, pero el mundo de Westeros es tan vasto que la tarea se antojaba imposible. No obstante, si eres fan/seguidor/curioso de Juego de Tronos y aún sigues leyendo, espero me acompañes en este viaje que haremos por Poniente y cercanías, a la velocidad de un cuervo de tres ojos o de un dragón escupefuego, para conocer mejor el vino en la saga.
Para empezar, toca situar este mundo imaginario en un mapa. Westeros (Poniente) es una isla del tamaño, en dimensiones, similar a Brasil, según ha comentado el propio autor. La forma es la unión de Irlanda y Gran Bretaña invertida, pero eso es un secreto. Las estaciones en el mundo mágico de Martin, no siguen nuestras mediciones solares, sino que pueden superar largamente los años cada estación, por lo cual, la producción del vino, en términos científicos, roza lo imposible, pero solo lo roza, como indica Sean Treacy en este artículo de 2012 : The Wine Grapes of Westeros.
De ese archipiélago, la mitad está ocupada por el reino del Norte, bajo el dominio de la Casa Stark. El clima parece similar al de los países escandinavos, nieves casi perpetuas, vientos fríos y pocas horas de luz, un lugar nada adecuado para que la vid se desarrolle con normalidad. Siguiendo al sur el Camino Real, que se inicia en el Castillo Negro, en el centro de El Muro, y tras dejar atrás el reino norteño, atravesando El Cuello, la isla se agranda y el clima mejora lo suficiente como para que otros cultivos puedan desarrollarse, encontrándonos al este la capital de Westeros, llamada King´s Landing (Desembarco del Rey), donde se encuentra la Corte Real y el famoso Trono de Hierro. Siguiendo el Camino de las Rosas al sur, alcanzamos Highgarden y un clima mucho más amable para, por fin, encontrar viñedos, aunque las dos zonas más importantes para el cultivo de la vid, se encuentran en el extremo sur de la isla, el nunca conquistado Reino de Dorne, con su capital en Sunsepear (Lanza del Sol), y la pequeña Isla de The Arbor (El Rejo). Empezaremos por aquí la misión.
El vino mejor considerado de Westeros proviene de la Isla del Rejo, donde se elaboran vinos tintos dulces y secos, pero sobre todo el Dorado de El Rejo, que se convierte en el vino más apreciado de todo Westeros, un vino dulce que, como bien recuerda Lord Baelish, miembro del Consejo Real, a Sansa Stark: “You see the wonders than can be worked with lies and Arbor gold?”. Del terroir de la isla del Rejo poco sabemos, pero sí cuentan que sus vinos tintos no son especialmente buenos, seguramente recordándonos a tintos de islas mediterráneas muy al sur, aunque no se habla que lo mezclen con nada. La misma Daenerys Targaryen habla así en Qarth del vino del Rejo: “The Arbor makes the best wine in the world”. Incluso la princesa Stark de morro más fino, Sansa Stark dice : “The wine was very fine; an Arbor vintage, she thought. It tasted of oak and fruit and hot summer nights, the flavors blossoming in her mouth like flowers opening to the sun.”
Al este de la isla de The Arbor, encontramos el Reino de Dorne, el otro gran productor de vinos de Westeros. Su situación al extremo sur y su cálido clima sin duda favorecen la producción de vino de calidad, sus afamados tintos llamados Dornish reds, que se describen como vinos agrios, bastante más concentrados y con potencia que los vinos del Rejo, a los que los dornieneses consideran “agua roja”. Se les describe negros como la sangre, pero a la vez dulces y suaves en el paladar. Dorne además es conocida por su producción de aceite, cítricos y especias, además de contar con grandes escorpiones.
Pero no acaba aquí la producción de vino en Westeros, ya que también en la obra literaria se hace referencia a la elaboración de otros vinos, como el Hippocras , vino elaborado mezclado el mosto con azúcar y canela, y luego calentándolo, que se elabora en Highgarden, o el vino de miel especiado que se elabora en Lannisport. En una entrada anterior ya comentamos como la Guardia de la Noche, en El Muro, mezcla vino con clavo y nuez moscada, para aliviar los rigores del frío y sus largas guardias. Continuará.
R.
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