Palabras indirectas. Frases que dejan conclusiones por sacar, pero que conducen a un mismo fin. Ese que quiere “medio país”, como se oyó en las últimas horas; y que podría llegar a concretarse si se dan ciertas circunstancias. Podría. Sí, en potencial. Porque nada de lo que pueda ser escrito de aca en más (al menos hasta el final del articulo) tiene la certeza de que sucederá.
Vamos al contexto: con Falcioni afuera ya no puede escudarse en el famoso “hay un colega trabajando”. La oportunidad es ahora. Comenzar, como alguna vez lo fue en 2003, la pretemporada en enero en Tandil. La vuelta de Ramón Díaz a River lo tienta, sin dudas. “¿Si él puede porqué yo no?”… se le habrá cruzado por la cabeza seguramente.
La relación con los directivos no es mala, a pesar de algunas diferencias, se ha mostrado en la última semana en eventos públicos con el presidente de turno y el otro, que hace las veces de presidente, pero que opera como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Quizás, el principal impedimento sea, justamente, su opinión .
Mauricio Macri, Oscar Moscariello (vicepte.), Sebastián Battaglia y Carlos Bianchi en un evento la semana pasada
“Hoy miro todos los partidos que encuentro”, lanzó así al pasar, haciéndose cargo que su tiempo libre ya no consta tanto de siestas como en alguna época. El bicho de entrenador comenzó a picar. “Hace poco hablé con un técnico. Él me dijo: ‘Me fui porque le hice ver al presidente que había 8 o 9 jugadores que cambiar porque ya no tenían las ganas de años pasados’”. Todas indirectas, todas pelotas al fleje. Hubiera sido muy fácil evitar las preguntas sobre su vuelta tirándola afuera. Sin embargo, la actitud cambió con respecto a semanas atrás. Eso también es un buen indicio.
Hace unos años atrás, Carlos Bianchi en su papel de manager
Pensando en lo antes citado; con el retiro de Schiavi, y la negadísima vuelta de Riquelme, en Boca queda un plantel con algunos pocos referentes de su anterior paso por la institución. Los únicos sobrevivientes son Clemente Rodríguez, quien podría llegar a ser negociado, y Sebastián Battaglia, quien está más afuera que adentro de las canchas.
Entonces, a diferencia de situaciones anteriores, ya no tendría que lidiar con los egos y las idolatrías de popes como Román o Palermo. Sin un vínculo afectivo con alguno de los jugadores, podría dar riendas sueltas a la depuración del plantel. Esa que no quiso hacer cuando se lo encomendó años atrás…
Lo que queda es material en bruto, con la aparición de jóvenes promesas como Pol Fernandez, Cristian Erbes, Leandro Paredes, Nicolás Colazo, Juan Sánchez Miño, Lisandro Magallán, Franco Fragapane, Fernando Evangelista, entre otros. Moldear a aquellos chicos a su manera, como tan bien lo hizo en sus dos ciclos anteriores, ¿qué mejor para darle una cara nueva a este Boca? La triple competencia planteada para 2013 es un buen desafío para mantener contento a titulares y suplentes. Otra de sus especialidades.
Así están planteadas las cosas. La gente se manifestó abiertamente ayer en la cancha. Por ese lado no hay dudas. Los dirigentes, algunos indecisos, deberán convencerse. Es tiempo del tercer virreynato.