Revista Cultura y Ocio

El visitante. Stephen King

Por Mientrasleo @MientrasleoS
El visitante. Stephen King
     "Era un coche sin distintivos, un sedán estadounidense cualquiera con unos cuantos años encima, pero los neumáticos totalmente negros y los tres hombres que iban dentro no dejaban lugar a dudas. Los dos de los asientos delanteros vestían uniforme azul. El de atrás, grande como una casa, llevaba traje. En la acera, un par de adolescentes negros, uno con un pie en un monopatín naranja muy gastado, el otro con su tabla de color lima bajo el brazo, observaron el automóvil mientras entraba en el aparcamiento del estadio Estelle Barga y luego cruzaron una mirada".
     A estas alturas no es ningún secreto que me gusta Stephen King, por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El visitante.
     Estamos en Flint City, una pequeña  tranquila ciudad en la que todo el mundo se conoce y los fines de semana se acude al partido de baseball y a la iglesia. Sin embargo, la detención en pleno partido del entrenador T acusado de asesinar brutalmente a un niño de la localidad acaba con esa tranquilidad. Esa detención pública ha sido como un huracán que ha barrido con la calma de Flint, y fue orquestado por el detective Ralph Anderson, quien contaba con pruebas más que suficientes para señalar al entrenador T como culpable, pero.. ¿y si no lo es?
     Hoy voy a comenzar aclarando un punto que me parece importante y es que, incluso en la promo de la novela, nos dicen que llega tras el éxito de la trilogía que el autor comenzara con Mr Mercedes. Bien, en este caso considero que tal vez debieran de avisar en alguna parte de que en este libro, no solo nos vamos a encontrar con alguno de los personajes de la trilogía, sino que durante su lectura nos van a desvelar datos importantes de ella. Particularmente de los dos últimos títulos. Es más, nos cuentan el final. Supongo que al no pertenecer a la serie (lo siento Holly Gibney) no lo han considerado importante, pero a cualquier lector le da rabia que en un libro le destripen otros. Añadiré y por terminar con este punto, que no es necesario haber leído la Trilogía de Hodges para sumergirse en esta lectura. Y, dicho esto, empecemos con la novela.
     King comienza la trama de una novela policíaca, fiel a sus últimos libros, con un narrador omnisciente y asentando las bases de un caso imposible. Nos propone un crimen, un hombre que es señalado como culpable con pruebas indiscutibles y... luego nos da pruebas indiscutibles de que tal vez no lo sea. De hecho las pruebas van apareciendo en uno y otro sentido para desdicha del protagonista Ralph. No contento con eso, King carga tintas sobre esta ciudad y la sombra del brutal asesinato es alargada y va destrozando familias y minando al pobre detective Anderson que necesita saber qué es lo que sucede realmente mientras el lector, que ha visto la cubierta del libro y el título de la novela, sonríe esperando que King se saque el conejo de la chistera. Y algo así sucede a partir de la segunda mitad del libro, en la que lo que parecía la novela negra imposible, va girando hacia lo paranormal (justo lo contrario que había hecho King en la Trilogía de Hodges), contentando de este modo a sus lectores más fieles. King se maneja bien en las distancias cortas de las pequeñas ciudades, aunque he echado de menos Maine, con personajes que muchas veces son totalmente arquetípicos para cubrir ciertas acciones necesarias, ya sean de camareros o de protagonistas, King salpica con ellos todas sus novelas evitando así describir demasiado o explicar sus motivaciones, ya que son concebidos como viejos conocidos de los que ya sabemos un poco. Por lo demás, la trama es entretenida con una primera mitad muy interesante y una segunda parte que a los lectores de novela negra le puede resultar tramposa y a los de terror incluso predecible a ratos, pero que cumple la función de entretener al lector. Y es que, si suelo defender la lectura como entretenimiento, ahí King es un maestro con legiones de seguidores que acuden a las librerías en busca de su último título para pasar unas cuentas horas ajenos al mundo. no son buenos libros, somos conscientes, pero dudo mucho que el autor se haya puesto como meta llegar a ser un gran literato, con el título ganado en los ochenta de "Rey del terror" creo que le vale.

     El visitante me ha parecido una novela entretenida que tiene algún eco de loq ue fue pero no es ni de lejos tanto como habían prometido. Lo he disfrutado sin prejuicio, solo por el simple placer de volver a leer a King.
     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
     Gracias.

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