Revista Asia

El vuelo del infierno

Por Razieldios
おはようございます~ 日本から書いている~ Ah! Buenas! Con esto de estar en Japón me emociono y me olvido que por aquí hay que usar el español (¿?). Os escribo a las 11:24 de la mañana, parece mentira pero llevo levantado desde las 6:30... contando que llevaba 48 horas sin dormir (en el avión no conseguí dormir ni un minuto) y ayer me acosté sobre las 2... se nota que el JETLAG está atacándome fuerte esta vez... Supongo que en algún momento de la tarde de hoy me llegará un aterrador sueño salvaje que me "obligará" a meterme en algún McDonald ha echar una cabezada salvadora... Ahora mismo estoy SUDANDO COMO UN MALDITO POLLO. Se que Japón en agosto es asquerosamente humedo y caluroso pero desde que llegué ayer me siento PEOR DE LO NORMAL. No recordaba que fuese tan sumamente agobiante y destruye-ganas-de-vivir... Se supone que hoy tengo pensado ir hasta Ikebukuro a dar una vuelta por la zona y luego a Shinjuku a mirar tiendas de videojuegos (¡¡Siiiii!!) hasta que salga Manami del trabajo.. pero me da un miedo aterrador salir al exterior. Os dejo una imagen que ya habeis visto más de una vez... ¿Pero hay algo que haga más ilusión que las vistas desde tu ventana de una calle normal y corriente nipona?
El vuelo del infierno
Pero vamos, no necesito mirar por la ventana para "darme cuenta de que estoy en Japón", de eso me di cuenta ayer cuando sobre las 19:00 salí para recoger a Manami y me encontré la completa oscuridad... ¡Era de noche cerrada! A las 7 de la tarde...! Acabando de volver de Alicante donde a las 22:00 estaba todavía bastante claro... el cambio a sido algo salvaje. Lo peor era que aunque fueran de noche, el calor asquerosamente húmedo era infernal y sentía estar dentro de una pequeña sauna del inframundo de Hades.. (Si suelto chorradas mitológicas no os asustéis, es que estoy con los libros de Pearcy Jackson). 
Pero en fin, aunque parezca que "estoy sufriendo" por supuesto que estoy muy feliz de estar de nuevo en mi verdadero y único país amado. con mi única y verdadera chica amada. Y preparado para disfrutar de otro par de meses de eterna felicidad mientras que a su vez busco un futuro, vamos como siempre... De momento tengo una semana tranquila y de disfrute hasta que el día 9 llegue el grupo de 15 viajeros (todo hombres y deseosos de niponas) a los que guiaré por aquí.. 15 hombres solo en esta ciudad puede ser algo problemático... y con el calor del inframundo me da que esto no va a ser fácil ^__^U
Aunque ya últimamente nunca hablaba de mis aventuras en el aeropuerto (después de 11 viajes no hay nada muy original que contar) esta vez si que voy a tener que hablaros de lo que para mi ha sido EL VIAJE MÁS RARO DE MI VIDA, porque pasaron varias cosas extrañas que no me habían pasado jamás de los jamases en mis 11 viajes que he tenido a este país... 
Todo empezó "normal", en el aeropuerto de barajas a las 9:30 de la mañana en la cola de los mostradores de Aeroflot para facturar mi maleta, ya había facturado online o sea que tenia los asientos elegidos. Me asustó un poco ver que detrás de mi había lo menos 30 niños asiáticos (luego descubrí que eran chinos) todos con la misma camiseta amarilla, un par de profesores intentando controlarlos y mucho escándalo... ya supe que  mi primer vuelo no seria "tranquilo". Efectivamente cuando monté en el avión me encontré que mi asiento de 3, me tocó a uno de estos niños chinos del infierno y a un profesor. Primero pensé "que bien, si hay un profesor aquí lo controlará"... Fue mucho peor! Yo tenia pasillo (siempre cojo pasillo, voy más a gusto y "libre" y no me gusta estar encerrado en ventanilla) pero esta vez el pasillo fue mi perdición. El maldito niño chino no paraba de levantarse y salir cada 10 minutos, lo que hacia que yo también tuviera que levantarme (o a veces no, porque el maldito niño apisonadora pasaba por encima, pasaba por delante sin dejarme levantarme destruyendo mis piernas para salir...)  Por otro lado cada vez que algún niño hacia algo o decía algo, el profesor sentado a mi lado tenia que levantarse e ir, o sea que estuvo también saliendo cada poco rato y destruyendo mi "tranquilidad"... Luego también descubrí que casualmente ese niño estaba sentado con el profesor, porque era una pesadilla de niño!! No estaba quieto ni un segundo, molestando, hablando, incordiando.. y el pobre profesor intentando controlarlo (sin mucho éxito), yo miraba con lagrimas en los ojos como a mi lado izquierdo un señor alemán también iba sentado con dos niños chinos.. dos niños que se pasaron las 4 horas de vuelo durmiendo en silencio..! En fin, pero lo más aterrador no había llegado aun. A falta de 2 horas para nuestra llegada pasamos por una zona de turbulencias, yo ya he vivido miles de turbulencias o sea que no suelen ni inmutarme... Pero esta vez no eran las mismas turbulencias de siempre... ERA INCREÍBLEMENTE SALVAJES. En mi vida (y repito, en mi vida) he vivido lo que viví en aquel avión ruso del infierno... el avión empezó a moverse de forma salvaje, uno de los movimientos hizo que todos pensáramos durante unos segundos que moriríamos seguro. El avión pegó una sacudida tan fuerte, que si no hubiéramos llevado el cinturón hubiéramos volado y posiblemente chocado contra el techo, como podéis imaginar en esa sacudida la mitad del avión grito de terror, oía mujeres gimiendo o dando grititos intentando así salvar la vida (cual típica peli de avión estrellándose) Por suerte después de eso la cosa se estabilizó y nadie murió. Creo que fue la primera vez en mi vida que durante quizá 5 o 10 segundos pensé en serio en la posibilidad de morir. Me hago mayor.  Pero no penséis que esto de "pasar terror" ya había acabado... porque casí pasé incluso más terror aun al aterrizar en Moscú. 
Normalmente las escalas que hago siempre son de 2 o 3 horas, donde siempre sobra tiempo infinito. Esta vez me fijé ya en el avión que mi escala era solo de 1 hora y 10 minutos. Llegaba a la 18:50 y mi siguiente avión salia a las 20:00. De todas formas conocía el aeropuerto de Moscú, sabia que era facil y no muy grande, y encima salia por la misma terminal de llegada (D) o sea que no me preocupaba lo más minimo... Aun así cuando aterrizamos en Moscú lo primero que hice fue buscar un reloj, puesto que por la diferencia horaria NO sabia que hora era en Rusia.. Que bonita sorpresa me llevé al encontrar un reloj justo antes de pasar los primeros controles, y ver que eran las... ¡19:40! (Por lo visto por las turbulencias el avión se retrasó un montón!) "Tranquilo Raúl, normalmente si un vuelo se retrasa, suelen retrasar el siguiente también, vamos a mirar en las pantallas si mi vuelo de las 20:00 sale mas tarde..." Cuando miré las pantallas: "Vuelo hacia Tokyo, salida a las 20:00 estado: Embarcando" NOoOooooOoo! Tenia 20 minutos para pasar 2 controles (el de pasaporte y el de maletas) encontrar mi siguiente puerta de embarque, y subir al avión... sin contar que normalmente dicen que las puertas suelen cerrar 15 minutos antes de la salida.. ESTABA JODIDO!!  De repente y cuando iba a ponerme en la pequeña cola para el control de pasaporte, apareció el grupo completo de 30 niños chinos del infierno + profesores poniéndose todos ahí ¡MIS COJONES! Los ignoré totalmente y me puse delante de todos colándome y mirándoles con cara de "si decís algo os mataré!", notaba como había niños detrás intentando ponerse delante de mi, cosa que por su puesto no les dejé (Era como una típica situación de Mister Beam...) Conseguí pasar el primer control en 3 minutos, me quedaban 17 y el control más terrorífico, el de las maletas y detectores de metales. Si les daba por pararme y querer registrarme la maleta estaría perdido para siempre. Por suerte mi maleta pasó rápido y no pité, por lo que pude rápidamente cogerlo todo y salir pitando.. había perdido unos 7 minutos o sea que me quedaban 10 para decirle adiós a mi vida. Llegué a la zona de puertas, yo aun no sabia cual era la mía, mis ojos buscaron desesperadamente unas pantallas que encontraron a pocos metros, corrí a ellas para ver que mi avión al que le quedaban segundos para despegar estaba en la puerta 32. Miré a la derecha con ojos inyectados en sangre aterradora y pude ver milagrosamente la puerta de embarque Nº 31.. ¡ESTABA AL LADO! El destino me ayudó esta vez, porque pude llegar en un minuto a mi puerta de embarque. Cuando llegué había solo 3 personas entrando, cuando me puse yo se puso otra persona detrás de mi (supongo que otro de los que venían en mi vuelo retrasado) y cuando entré yo seguido de esa persona vi con terror como cerraban el mostrador HABÍA SIDO EL PENÚLTIMO EN SUBIR AL AVIÓN! No quiero pensar que hubiera pasado si en vez de salir al lado de la puerta 32, hubiera salido en la puerta 1, o en la puerta 60.. Ahora mismo posiblemente os estaría escribiendo desde una prisión rusa rodeado de tanques y nieve (típica visión de la madre Rusia xD). Esta vez me tocó al lado de una familia de nipones, un niño de 5 años, una madre que tenia en brazos a otra niña de unos 2 años, y la abuela. Por suerte estaba en el primer asiento, lo que significa el doble de ancho por delante (pudiendo estirar las piernas casi del todo), las siguientes 9-10 horas de vuelo a diferencia de todo lo vivido hasta el momento fueron MUY tranquilitas.. al fin pude disfrutar y relajarme, aunque supongo que por culpa del estrés del día me fue imposible dormir ni un solo minuto. Aproveché esas horas para jugar a la 3Ds, ver alguna peli en el portátil.. y sobre todo, para leer, puesto que acababa de empezar el primer libro de las aventuras de Pearcy Jackson (Es una especie de imitación descarada de Harry Potter pero con dioses del olimpo en América en vez de magia en Inglaterra) la verdad es que es bastante divertido y fácil de leer, y tanto! Me leí 180 paginas en ese avión, (y son 240 o sea que no me queda nada). 
Llegué a Narita sin más incidencias a las 11 de la mañana, pasé los controles sin problemas y salí del aeropuerto sin que nadie oliera el jamón y la oreja de cerdo al ajillo (envasada al vacío por supuesto) que llevaba en la maleta. Aun me quedaba una última aventura salvaje que vivir, cruzar 3 prefecturas para llegar a mi casa en saitama, yo solo, y con dos maletas que sumaban más de 30 kg!! Tranquilamente y con buena letra fui cogiendo cada tren (el primero, desde Narita hasta Nippori, más de una hora de viaje), el siguiente desde Nippori hasta Ikebukuro en la linea Yamanote, la linea más petada de Japón, este me daba bastante miedo pero pude ir sin demasiado problemas con mis dos maletas que ocupaban como dos humanos extra. Para terminar desde Ikebukuro hasta Shingashi en un tren casi vacío. Sobre las 14:00 estaba llegando a mi hogar sudando como un cerdo y deseando que Buda apagara la maldita calefacción. 
Pasé unas horas colocando lo que había traído, el 95% eran videojuegos, Ps3 + Xbox360! Después de un rato largo conseguí que quedara todo bastante bien... Y rezando para que Manami no me echara de casa en cuanto lo viese xD
El vuelo del infiernoLa izquierda es la "Zona Ps3" con su especial MOVE. También se puede ver mi "rincón RE" encima
El vuelo del infiernoA la derecha tenemos el "Rincón Xbox360" + Dvds de pelis y animes
El vuelo del infiernoAquí una vista general de como es ahora la casa de Manami muahaha
Por suerte Manami me quiere lo suficiente para no echarme de casa nada más ver como su casa se acababa de convertir en una casa Otaku de videojuegos, pasamos un agradable día hablando, dando una vuelta y cenando todo tipo de cosillas niponas (Sashimi, yakitori, karaage y una cervecilla Kirin). Y como decia al principio de la entrada, ahora me iré a Ikebukuro y Shinjuku a pasear por esas calles que tanto me gustan y a visitar alguna que otra friki-tienda. No sin antes parar por un restaurante de ramen cercano, que como si ya fuera un nipón de verdad, tengo hambre desde las 11:30 de la mañana..! Empiezo a sospechar que por mis venas corre más sangre nipona de lo que pensaba...  ¡JAPÓN! YA ESTOY AQUIIIII....!!

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