TEXTO: JULIÁN MARCILLA
Los elixires de plantas, como remedio para dolencias del ser humano, son conocidos y utilizados desde tiempos inmemoriales. Los orígenes exactos del Elixir del Sueco no están claros, según algunos estudios se remontarían a Babilonia o al antiguo Egipto.
Durante la Edad Media, en las farmacopeas europeas lo encontramos con diferentes nombres (Tintura aloes composita, Species ad longam vitam, etc.). En el siglo XVI el médico Phillipus Paracelso, gran reformador de la medicina de inicios de ese siglo, desarrolla la fórmula original conocida como “Elixir Ad Vitam Longam”, “Elixir para una larga vida”, quedando tras un periodo de uso cotidiano, olvidada durante 200 años.
En el siglo XVIII el célebre doctor sueco Jonatham Samst, rector de la Academia de Medicina de Suecia, es quien fija definitivamente la receta, debido a su nacionalidad, se empieza a llamar “ELIXIR DEL SUECO” quedando como nombre propio que define a este preparado. A finales del siglo XIX la química moderna suplanta, por un tiempo, el uso de plantas medicinales y el Elixir del Sueco queda en el olvido.
El renacer de este compuesto se debe a María Treben, herborista austriaca, que lo populariza enormemente a través de sus libros, sobre todo el de mayor difusión titulado “Salud de la botica del Señor” en el que lo presenta como una panacea.
En la actualidad, la comercialización del Elixir del Sueco está muy extendida por múltiples países y ha sido precisamente su eficacia la que le ha asegurado la supervivencia hasta nuestros días. Como quiera que sea su historia, se trata sin duda, de un gran instrumento para mantener nuestra salud.
Existen dos formulaciones fundamentales para el Elixir del Sueco:
. Una que contiene 59 plantas medicinales usadas tradicionalmente, con dos características singulares 100% sin alcohol y 100% biológica.
. Otra con la receta de María Treben que aparece publicada en su libro “La salud de la botica del Señor”.
Los nexos en común de ambas formulaciones son la presencia fundamental de PRINCIPIOS AMARGOS entre sus ingredientes y la presencia de plantas de la TERIACA VENECIANA. Las principales diferencias son precisamente el uso de 59 plantas medicinales en la primera de la formulaciones, que, además, es 100% biológica y 100% libre de alcohol.
SABOR AMARGO
Los seres humanos cuentan con varios tipos de papilas gustativas situadas en diferentes zonas de la lengua, estas papilas permiten apreciar 4 sabores: ácido, salado, dulce y amargo.
Hoy en día, en la dieta habitual, se consumen sabores ácidos, salados y sobre todo dulces, que se han convertido en las estrellas del consumo en nuestra sociedad, ocasionando una serie de problemas asociados: obesidad, sobrepeso, hipertensión. El sabor amargo, que formaba parte integral del tipo de alimentación de nuestros antepasados, ha desparecido por completo de la dieta actual.
Los cultivos de hoy tienden a verduras y otros alimentos de sabor más suave y a variedades en las que el sabor amargo, consustancial a ciertas especies tipo el diente de león, los berros, etc. ha desaparecido.
El sabor amargo tiene un intenso efecto sobre el sistema digestivo, especialmente remarcable es la acción profunda sobre el hígado, guardián del equilibrio metabólico del organismo, ayudando especialmente a la digestión de las grasas y a la función depurativa del individuo. Cuando el sabor amargo está presente obtenemos una reacción en cadena que permite un mejor aprovechamiento de los nutrientes a la vez que un mayor tiempo de reabsorbción. Por tanto, al consumir algún tipo de sabor amargo disminuye la sensación de apetito.
El “Elixir del Sueco” viene a suplir la falta de productos amargos en nuestra alimentación y, por lo tanto, a combatir el desequilibrio metabólico que origina la carencia de estos.
TRIACA O TERIACA
La triaca o teriaca (del árabe tiryãq, del latín theriaca y del griego Ɵƞρioν) era un preparado polifármaco compuesto por varios ingredientes distintos (en ocasiones más de 70) de origen vegetal, mineral o animal. Originalmente fue usado como antídoto contra venenos y mordeduras de animales, posterioromente se utilizó también como medicamento contra numerosas enfermedades. Los ingredientes utilizados variaron en número, cantidad y condición, dependiendo de la época, del uso al que fuera dedicado y del farmacéutico encargado de su elaboración. Entre los conocidos destacaba el uso del opio como componente principal, así como de numerosas especies vegetales entre las que se incluyen jengibre, iris de Florencia, valeriana, acorus aromático, ruibarbo, raíz de genciana, madera de aloe, canela de Ceylán, escila, azafrán, zumo de regaliz, goma arábiga, mirra, etc. También se usaron ingredientes de procedencia animal y mineral, tales como terra sigillata, betún de Judea o sulfato de hierro. Todas estas sustancias se trituraban hasta formar una mezcla homogénea.
Los antecendentes se atribuyen a los preparados elaborados en la Escuela de Alejandría. En el siglo II se haría famosa la gran triaca de Galeno, quien dedicó un libro completo a este compuesto. La triaca se convirtió, durante largo tiempo, en un artículo importante de comercio en la Europa Occidental. LA TRIACA VENECIANA era especialmente valorada durante el siglo XVIII, en las grandes ciudades europeas. La pomposa ceremonia de elaborar la triacas corría a cargo de farmacéuticos destacados bajo la supervisión, normalmente del Collegium medicum local.
En los siglos XVIII y XIX, con el desarrollo de la química, su importancia empezó a decaer. En Bolonia desapareció a finales del siglo XVIII, en Venecia a mediados del siglo XIX y en Nápoles a principios del siglo XX. En España, el Colegio de Farmacéuticos de Madrid decidió en 1920 dejar de preparar el medicamento.
CURIOSIDAD: Mitriades Vi, rey del Ponto del siglo II a.c., en Asia Menor, en un intento por protegerse de posibles envenenamientos, experimentaba los efectos de distintos venenos y antidotos con delincuentes convictos y consigo mismo. Según Apiano, cuando fue derrotado por Pompeyo, Mitriades VI intentó suicidarse ingiriendo veneno para evitar su captura por los romanos, pero al estar inmunizado contra todo tipo de tóxicos, debió recurrir a uno de sus oficiales para que le provocase la muerte a espada.
PROPIEDADES Y ACCIÓN DEL ELIXIR DEL SUECO
CURA DE PRIMAVERA
En cada cambio de estación, la vida prácticamente explota a nuestro alrededor, a la vez que, en nuestro interior, se produce una delicada época de transición estacional, con una particularidad añadida: el hígado y la vesícula biliar, encargados de mantener el equilibrio interior y ayudarnos a amoldarnos a los cambios, son precisamente los dos órganos más afectados por el cambio de estación.
Lo que podemos observar por el tipo de síntomas que se manifiestan durante esta época: alergias, rinitis, asma, eccemas, fiebre de heno, etc. -típicamente manifestaciones de desquilibrio a nivel funcional del hígado-, se explica en medicina china como una preponderancia del elemento Madera, que en el clima externo está representado por la Primavera y en nuestro clima interno por una pareja de órganos: el hígado y la vesícula biliar. Si la función de estos órganos va bien, las manifestaciones serán menores (o inexistentes): algo de cansancio, somnolencia, alguna molestia digestiva hasta que nuestro organismo se adapte al cambio de estación; si por el contrario, no va bien, entonces las manifestaciones serán notables y variables en duración e intensidad. En esta época, la consigna es: activar, depurar y purgar.
Por eso las curas con Elixir del Sueco consiguen aliviar tanto los dolores reumáticos, como el cansancio, la desgana y el abatimiento. Para combatir los olores reumáticos y las alergias y en la depuración general del organismo, se recomienda seguir una cura de ocho a diez semanas, esto también es aplicable al comienzo del otoño a fin de preparar nuestro cuerpo para los rigores invernales.
Si tomamos el elixir en ampollas se toma 1-2 al día, si lo tomamos ya preparado o lo elaboramos nosotros mismos a partir de las Hierbas del Sueco la dosis es de 2-3 cucharaditas de postre al día.
Como en tantas otras cosas, en estos preparados el todo es más que la suma de sus partes, es decir, que este elixir de plantas tiene un efecto mayor que las sustancias que lo componen por sí solas.
Las hierbas del sueco tienen un campo de indicaciones muy amplio. En primer lugar son un excelente remedio depurativo de la sangre activando el metabolismo. Estimulan las funciones del hígado, aumentan su actividad desintoxicante encargada de neutralizar toxinas, incluyendo metales pesados, sustancias químicas y plaguicidas presentes en los alimentos y el agua potable, así como medicamentos sintéticos. El hígado es el gran laboratorio metabólico de nuestro cuerpo. Favorecen también los procesos de eliminación de los riñones y de los intestinos (laxante suave).
Existe un estudio clínico que no sólo demuestra que las dispepsias (trastornos digestivos) mejoran considerablemente gracias a la acción del elixir del sueco, sino también que colabora en las digestiones difíciles ya que aumenta la producción de jugos gástricos y activa la motilidad estomacal siendo de gran ayuda cuando existe exceso de gases colaborando en su expulsión. El preparado del elixir del sueco se tolera perfectamente sin que presente efectos secundarios.
NOTAS:
. OTRAS DENOMINACIONES DEL ELIXIR DEL SUECO
HIERBAS DE MARÍA TREBEN / HIERBAS AMARGAS / HIERBAS SUECAS / ELIXIR DEL SUECO / AMARGO SUECO / ELIXIR AMARGO / ELIXIR DE MARÍA TREBEN / ELIXIR DEL SUECO DE MARÍA TREBEN / BITTER SUECO
. MÁS INFORMACIÓN SOBRE MARÍA TREBEN (EN INGLÉS) Y SOBRE EL ELIXIR DEL SUECO:
http://en.wikipedia.org/wiki/Maria_Treben
. SANO Y ECOLÓGICO TE RECOMIENDA LAS HIERBAS DEL SUECO Y EL ELIXIR DEL SUECO DE LA MARCA WAY DIET
ELIXIR DEL SUECO: ORÍGENES E HISTORIA puedes leerlo en Sano y Ecológico