¿Dejarse querer o simplemente jugar?…hemos aprendido manejarnos en el terreno amoroso como si fuésemos hombres… y claro, ¡nos va como nos va!
En series como “Sexo en NY” es de lo más habitual que la gente tenga una cita al llegar el fin de semana. Es muy “cool” conocer gente nueva (hombres nuevos para que engañarnos), ligarte a alguien o dejarse ligar y si no tienes una cita… eres una “pringada” o una “paria” de la sociedad en la que vivimos y donde tu nivel de relaciones es tu seña de identidad (yo prefiero dar mi DNI que mi histórico de citas) y cuanto más activo sea uno en ese aspecto parece que mola más.
No es que yo esté de acuerdo con eso ni que lo practique activamente, pero es cierto que te cuentan cada historia que es para replantearse seriamente si lo que una tiene son “principios morales” o lo que son …es una pérdida de oportunidades.
Por lógica a todos “nos sale rana” alguna cita ¡a más citas …más ranas¡ (estoy replanteándome hacer un estanque para coleccionar anfibios) pero también aumentan las posibilidades de encontrar a alguien que valga la pena.
Las citas siempre me han parecido una partida de ajedrez en las que por desgracia conmigo siempre hacían “jaque a la reina” y además suponían una serie de requisitos para triunfar (y aún así no triunfabas siempre) que yo no estoy por la labor de repetir (desde los preparativos previos: depilaciones, maquillaje, ropa interior de esa de “lo vas a flipar”, escote de vértigo…hasta el bajón decepcionante del día después). Demasiado curre para tan poca recompensa… ¡Me niego!
Parece que en Madrid con el incesante ir y venir de la gente por motivos laborales (madre mía la de nacionalidades que hay aquí…parece la sede de Naciones Unidas) y con la ayuda de multitud de aplicaciones para ello, conseguir una cita con un desconocido es más fácil que conseguir un descuento en MediaMark.
Y como todos los viernes, comentas los planes para el “finde” y empiezas a mirar la “polvoagenda”…Sí, sí no me digáis que no…que hay más oferta en el mercado de las citas rápidas (siempre he querido estudiar el porcentaje de personas que repiten después de una cita….otro misterio sin resolver) que cuando tiran la fruta en la frontera de Francia.
Resulta que ahora somos nosotras las que hemos tomado el testigo y nos ponemos a cuadrar citas (joder, algunas se han hecho un Excel) para aprovechar el fin de semana y sacar el máximo provecho a las horas de ocio.
He visto quedar en un fin de semana a una chica ¡con 6 chicos diferentes!…yo no sé como lo hacen porque me haría un lío del copón. (¿Éste era el informático o el quiromasajista?) Como para no liarte con tanta información…a veces creo que habría que hacerse una “infografía” con los datos más relevantes de cada candidato: edad, nombre (muy importante no confundirse… quedas fatal no?…a ellos no les podemos decir “María”)
Lo dicho, que si antes nos quejábamos de que ellos jugaban con nosotras y que jugaban a 3 bandas ¿qué coño vamos a pensar de la que juega a 6? Pues francamente pienso que lo hace “very well” y que, en español: “ole tus huevos” y tu paciencia porque aguantar a uno es complicado ¡ya con 6 ni te cuento! ya quisieran muchas tener esa capacidad de adaptación al medio y a las circunstancias, yo no tengo ni tiempo ni paciencia , aunque reconozco que por una vez sentirse “mala” ¡¡¡tiene que dar un subidón!!!
Además nos lo hemos ganado, estamos hartas de que nos tomen el pelo, nos echen un polvo y pasen de nosotras… un clásico de todo “macho viviente”. Esta imagen es un claro ejemplo de lo que algunos con su “super ego” (algunos tienen un ego tan grande que no caben ni en el Bernabéu) podrían llegar a decir:
Ellos son crueles, ellos son efímeros (pues te acompañan menos que un perfume barato) y en el fondo ese comportamiento masculino nos ha hecho agudizar el ingenio y aprender del enemigo.
Antes te quedabas esperando el maldito mensaje y lo veías en línea en el Whatsapp y ni se dignaba a responder… o tardaba 3 horas en contestar, o desaparecía 3 días como si se lo hubiera tragado la tierra y tú flipando con su típico: ”tengo mucho lío”
Ahora somos nosotras las que tenemos a 5 tíos en un chat, y si queremos contestamos y si no…(que se jodan, que yo ya he pasado por esto!) y ponemos nosotros la hora y el día y les damos una de cal y otra de arena (pero sobre todo cal…que no se vayan a creer que han ganado la guerra) nosotras hemos aprendido a tratar a los hombres como se merecen…¡Al enemigo ni agua!
En el fondo… con lo buena que soy yo, me sigue costando llegar a esos extremos de “jugar a la guerra” donde conquistar a un hombre en condiciones es más difícil que recuperar el peñón de Gibraltar…pero debo admitir que en realidad…con tanta mala leche en el mundo…no te queda otro remedio que utilizar las armas del enemigo…y el que da primero, da dos veces, así que si tengo que pelear no pienso quedarme en la trinchera…¿tú que harías? ¿les dejarías ganar la guerra?