Revista Cultura y Ocio
(Al filo de los días). Como dice la frase clásica, que fue el eslogan de un viejo querido programa de TVE, «todo está en los libros». Y a menudo también en el cine, esa fuente casi inagotable —y por fortuna accesible— de nuestra memoria. Este corto, Don’t Be a Sucker —algo así como No seas un panoli, aunque, para entendernos, prefiero traducirlo como No seas un mamonazo, o tal vez ... un capullo»—, tiene la factura del gran cine realista americano y una indudable actualidad, aplicable en varias direcciones y contextos. Sentí hace poco una impresión similar ante una escena de Cabaret, pálpito cuya comunicación aquí me causó algún contratiempo. Vivimos tiempos, es evidente, de extrema complejidad y todos los esfuerzos por estar alerta y no bajar la guardia a la hora de tratar de entender lo que pasa no es que sean necesarios: son imprescindibles. Mensajes como el de este pequeño filme pueden contribuir a despejar dudas. No digamos después que no estábamos avisados. El corto, por cierto, fue realizado en 1943 por el Ministerio de Guerra de Estados Unidos y adaptado en una versión más reducida (esta) en 1947.
Me ha llegado a través de mi viejo amigo Daniel Galán (gracias). No dejen de verlo. Y, si les parece interesante y lo creen conveniente, difúndanlo.