¿Quién os ha dicho que no vais a poder tomar más embutido en vuestra vida? A partir de hoy se acabó esa prohibición. Los ingredientes que lleva este embutido, no son malos para nuestra salud y está delicioso. Tiene además la ventaja de que podemos congelarlo envuelto en film y sacarlo dos o tres horas antes de consumirlo.
Escoged un buen jamón cocido y un buen jamón serrano, que unidos a una pechuga de pollo o pavo, van a ser los protagonistas para quitarnos las penas "del engorde", amén de enfermedades tipo tensión arterial alta o colesterol.
La hierba aromática os la dejo a vuestra elección. He puesto en esta ocasión tomillo, pero igualmente podréis poner orégano, hinojo, mejorana, perejil... Por descontado también usar pimienta en grano, pimentón para darle color, ajo picado para alegrar sabores y todas las cosas que se os ocurran y que admita la receta.
¿Por qué no darlo a nuestros mayores, que ya se cansaron de su omnipresente jamón cocido de todas las noches? Y si no pueden tomar sal, retirad el jamón serrano y comprad el jamón cocido sin sal.
Ingredientes:
- Pechuga de pavo 350 g.- Jamón cocido 250 g.- Jamón serrano 125 g.- Jerez ½ copa.- Hojas de tomillo fresco.
Necesitaréis papel film resistente para envolverlo.
Elaboración:
Si tenéis en casa picadora pasad cada uno de los ingredientes por separado, no es preciso picar mucho (de hecho yo piqué a mano).
Unidlos en un bol y añadid el tomillo y el vino. Mezclad muy bien y dejad en reposo media hora. NO PONGÁIS SAL.
Porcionar en dos. No os preocupéis si el vino no se ha absorbido e intentad que se asimile la mayor parte de él.
Extended el rollo de papel film sobre la encimera y colocad una de las porciones, formando un cilindro del tamaño de un salchichón normal, ayudándoos del mismo papel enrolláis presionando al parejo para que quede bien prensado. Envolved varias veces, tres serán suficientes. Si los extremos no quedasen cubiertos por el largo del papel, cortaremos unas tiras anchas y los cubriremos cerrando perfectamente.
Pinchad encima cuatro o cinco veces con la punta de un cuchillo.
Los colocáis en una bandeja apta para microondas y a potencia de 800 W mantenéis 6 minutos.
Sacamos y esperamos unos minutos para abrirlos, mientras irán compactándose. Quince minutos después abrimos con las tijeras de cocina y los ponemos a orear.
En cuanto enfríen podremos consumirlos. Lo que no vayáis a gastar guardadlo liado en papel film en el congelador para otras ocasiones. Acordaos de sacarlos un par de horas antes.