Revista Cocina
Buenos dias, buenas tardes, buenas noches…..sea la hora que sea, sed bienvenidos a ésta cocina, que más que “Mi cocina” ya debería cambiarle el nombre por el de “Vuestra cocina”.
Ante todo debo agradecer que la visiten, en éstos dias superando con creces las 2000 visitas diarias y los comentarios que tan generosamente me regalan.
Quienes siguen las recetas que en ella pueden encontrar, están acostumbrados a mi forma de describirlas, indico los productos que suelo consumir, cuando nombro marcas es porque son las que uso, lo hago sin ánimo de lucro, detalle éste que respeto sumamente a quienes lo hacen, igual algún día también lo realizo en mi blog, quién sabe….nunca se puede decir de éste agua no beberé; indico cantidades cuando es casi, estrictamente necesario, ya que a fuerza de ser pesada, he de expresar una vez más mi firme idea de que la cocina es experimentar, un laboratorio de casa donde prima los gustos y necesidades personales, independientemente de que los pesos, medidas de los ingredientes son a mi entender muy relativos.
Suelo publicar una sola foto de la receta, el emplatado final y ninguna del paso a paso. Ello es debido a que éste blog no intenta ser un recetario profesional y está supeditado al poquísimo tiempo que tengo para realizarlos, me explico: quienes me conocen bien saben que suelo llegar a mi cocina real sobre las doce y media de la mañana y hasta la hora del almuerzo sólo dispongo de una hora para realizar todo el proceso, incluyendo el poner la mesa. La mayoría de los días debiendo preparar no sólo un primer plato, unos entremeses, un segundo, parte de la cena y lo que es más entretenido un “menú” diferente sobre todo para mi hija, que como casi toda la juventud va en contracorriente al resto de la familia, en cuanto a comidas y horario.
En definitiva, ésta tarea llega a ser todo un reto cada día, una carrera con una meta importantísima, alimentar a mi familia, procurando que disfruten y que una necesidad fisiológica, se convierta al mismo tiempo en un momento de placer. Cuento con poquísimo tiempo para realizar fotos, en muchísimas ocasiones me las veo y me las deseo…por lo que el resultado final de ellas no suelen ser idóneas en absoluto, muchísimo menos artísticas….vamos, que nada artísticas, ya que he de reconocer que una de mis grandes faltas es la “decoración” final de los platos, aunque quizás ello sea una prueba de que “Mi cocina” es totalmente honrada, fiel y auténtica como la vida misma.No cocino exprofeso para un blog, no hago nada pensando en él……
Ahí, en éste punto, pueden comprobar que lo que se publica, lo que ven es lo que se pone en mi mesa cada día y que comparto con Vds con el mismo cariño e ilusión que la preparo para quienes consumen en la realidad lo que cocino.
Para más inri, añado mi falta de tiempo personal y la paciencia de mi marido a quién debo ayudar profesionalmente.
No quita que me gustaría contar con más tiempo y dedicación, al igual que una buena cámara fotográfica que me ayude a tener mejores resultados y poder realizar un paso a paso con todo lujo de detalle…..y por supuesto, algo que me falta en muchísimas ocasiones: paciencia, que en definitiva es la madre de todas las ciencias……
En ésta ocasión, lo he intentado…..he tenido más tiempo, un poco de paciencia, pero me ha fallado la cámara fotográfica. El resultado lo pueden ver a continuación.
¿Cómo he preparado éstos riquísimos discos rellenos?
Ante todo, importantísima la materia prima: una exquisita carne de buey recién picada.En una cacerolita con un chorreón de aceite de oliva virgen extra (he usado de Riogordo, malagueño), pochar un puerro y una cebolla fresca cortados en rodajas, salando previamente.Cuando empiece a dorar agregar la carne de buey, una pizca de pimienta negra recién molida y pocharla, removiendo continuamente a fin de que se integren todos los ingredientes durante unos minutos.Cuando la carne esté frita (no dorada), echar un chorreoncito de vino blanco (como dos cucharadas soperas, he usado un fino Montilla-Moriles) y dejar que evapore. Apartar del fuego y reservar.Mientras cocer una patata (mantecosa) cortada en daditos en agua con un poco de sal.Cuando estén casi listas añadir un puñado de chicharos (guisantes). Una vez cocidos, escurrir y añadirlo al refrito de la carne, removiendo bien todo el conjunto.Encender el horno a 180º C.Mientras colocar sobre la rejilla del horno papel de hornear e ir colocando en el centro de una empanadilla (uso de la marca “La cocinera”, el tamaño grande) una buena cucharada del refrito, colocando otra empanadilla encima. Cerrar los bordes y pintar con huevo batido, horneándolas hasta que estén doraditas.
Gracias una vez más por estar por estos lares, es mi deseo que disfruten y tengan un buen comienzo de semana