Después de un largo parón debido a motivos que no viene a cuento airear aquí, retomo un poco la actividad del blog comentando mi primer acercamiento a los vinos bordeleses de la añada 2010 que compré en avanzada.
A pesar de que me han recomendado encarecidamente tener paciencia y guardar más tiempo, me han podido las ganas y he empezado a descorchar botellas. Como había previsto, comenzando por los vinos con menor o ninguna aportación de Cabernet Sauvignon, y de menor clasificación.
A pesar de sus tres siglos de historia, Château de La Dauphine es actualmente un moderno château con unas 35 Ha de viñedo perteneciente a la denominación Fronsac. Adquirido por Jean Halley a la familia Moueix en 2000, se han invertido cerca de 10 millones de euros en renovarlo por completo. Elaboran tres vinos, todos ellos tintos, siendo el que nos ocupa el grand vin de la casa. Uvas procedentes de un total de 31 ha de viñedo con una edad media de 30 años, doble selección en mesa antes y después del despalillado, fermentación alcohólica a 26ºC durante 30 días y maceración de 35 días para dar paso a una maloláctica parcial en barricas y una posterior crianza de 12 meses en barricas de roble, de las cuales un 30% son nuevas. Château de La Dauphine 2010 (AOC Fronsac, tinto con crianza, 90% Merlot, 10% Cabernet Franc, Château de La Dauphine) es un vino de color rubídeo granatoso con ribete rubí, de capa media. La nariz no es muy intensa, pero si agradable, licorosa, con frutos negros maduros, algo de cueros y notas florales. En boca se reveló fresco y frutal, con buena acidez, de cuerpo medio y un tanino delicado, dejando un agradable final.
El Château Grand Village está localizado también en la orilla derecha, cerca de Fronsac. Ha pertenecido a la misma familia desde el siglo XVII, y desde el año 2000 la elaboración de los vinos está en manos de la familia Guinaudeau. 17 Ha de viñedo clasificado como Bordeaux Superieur, y plantado con Cabernet Franc y Merlot, aunque hay un pequeño viñedo con Sauvignon Blanc y Semillon con el que elaboran su vino blanco. Vendimia manual, cuidadosa selección en mesa y crianza de 12 meses con un 20% de barricas nuevas hacen que vea la luz el Château Grand Village 2010 (AOC Bordeaux Supérieur (Fronsac), tinto con crianza, 75% Merlot, 25% Cabernet Franc; Château Grand Village). Viste de color rubí asomando tonos granate. En nariz encontramos fruta roja y negra muy madura, balsámicos y especiados suaves, notas terrosas y toques de vainilla; una nariz muy interesante. En boca es frutal, de buena acidez, algo austero y con un tanino marcado, quizá aún demasiado joven.
Dos vinos con una buena RCP al menos comprados en avanzada, con un Grand Village necesitado de un poco más de botella para limar esos taninos y acabar de redondearse, y un La Dauphine ya muy disfrutable, sencillo pero que puede desarrollar más con el tiempo.