Revista Cocina

En Cee

Por Smiorgan

En ocasiones me equivoco, pero suelo calar bastante bien a la gente en el momento de conocerla. Además, no es infrecuente que tenga sensaciones del tipo "de este no me fío un pelo" o "esta chica merece la pena".
Hace unos días tuvimos oportunidad de conocer en persona a un tipo de los que te transmite desde el primer momento, buen rollo. Una persona que conoce su oficio, lo vive y lo disfruta, y además está encantado de compartir lo que sabe con los demás, si es que están dispuestos a escucharle. Regenta La Vitualla, una pequeña tienda en el pueblo de Cee, inicio da Costa de Morte, a escasos kilómetros de Fisterra, lugar que nunca me canso de visitar.
Su castillo es pequeño en tamaño, pero tan buen gusto se nota por todos los rincones, y tanta calidad hay en sus estanterías, que es altamente peligroso acercarse por allí si se buscan cositas buenas y se tienen los oídos abiertos a las buenas recomendaciones. Desde enormes vinos de la Ribeira Sacra, a Borgoñas de clase, pasando por poco conocidos Ribeiros de autor, Riberas archifamosos y otras joyas enológicas. Mirando los vinos, mejor no girarse, so pena de darnos de bruces con las conservas artesanas, los destilados, los chocolates y el resto de tentaciones.
Es una delicia escucharle hablar de bodegueros, productores, degustaciones, entresijos, dimes y diretes del mundo del vino. Es un placer compartir con él, preguntarle, oírle, seguir sus consejos y aprender.
Gracias a sus recomendaciones y generosidad, salimos de allí cargados con 5 botellas de los que no dudo ni por un instante que sean excelentes vinos, amén de chocolate artesano, y muchas ganas reprimidas de hacernos con toda la tienda.
Gracias también a sus recomendaciones, acabamos la jornada reponiendo fuerzas en un delicioso restaurante de Fisterra, O Fragón. Comida gallega de mercado, dice la tarjeta, y de gran calidad, añado yo. Una crema de almendras con berberechos muy original y rica, un pulpo a la plancha con sus cachelos y su aliño delicioso, un pelín duro por ponerle una pega, y de principales, un exquisito lenguado y un fantástico rodaballo salvaje, ambos a la plancha, derrochando sabor. Fin de fiesta con chocolate en dos texturas y un queso con membrillo artesanal que aún estoy saboreando. Todo fue apropiadamente remojado con un fantástico Quinta do Buble 2008 (DO Monterrei, blanco joven 100% Godello, Adegas Quinta do Buble) recomendado por el maître. Amarillo pálido, brillante, con reflejos verdosos; aromas frescos y claros a fruta blanca, cítricos suaves y un punto de pizarra; suave, fresco y muy frutal en boca, invitando a beber otra copa enseguida.


La única pega de la jornada fue su brevedad, debida a las fantásticas carreteras gallegas y al regular tiempo.
Te has metido en un lío, José Luis, porque no te será fácil librarte de nosotros. Volveremos con más tiempo y tendremos esa comida para cuatro que ha quedado pendiente.


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