Por Bernardo Villar
¿En dónde estás parado? ¿Desde dónde tomas tus decisiones?
Si lo que buscas es mantenerte en tu zona de confort, si vas a lo seguro, si lo único nuevo a lo que te arriesgas es a variaciones de lo mismo de siempre, estás actuando desde el miedo. Tus decisiones están tomadas desde el temor a lo desconocido, a equivocarte, a no tener la razón, a perder el control.
Vamos, se honesto (a). ¿Cuándo fue la última vez que tomaste un riesgo sin tener calculadas (según tú) todas las variables? cosa que, por otro lado no podría definirse realmente como riesgo.
¿Cuándo fue la última vez que no buscaste tener tú la última palabra en una discusión?
¿Qué sentimiento se levanta en ti cuando alguien opina o pone en tela de juicio tus decisiones?
¿Estás en una relación de pareja para aportar algo al camino de la otra persona o porque no sabes estar solo? ¿Te relacionas o buscas poseer?
¿Por qué estás en tu trabajo actual? Realmente para realizarte como ser humano y aportar algo al mundo o solo por el cheque que recibes?
Te dedicas a lo que siempre quisiste o a lo que era una opción más segura?
¿Cuándo fue la última vez que pediste perdón sin dar excusas?
Cuando ves hacia el futuro ¿te sientes seguro, temeroso o emocionado?
¿Te relacionas con los retos con emoción y curiosidad o con miedo y rechazo?
Vamos, se honesto, se honesta, al cabo, nadie va a saber tu respuesta, solo tú. Piénsalo un poco.
Pues bien, si alguna de las preguntas anteriores te metió ruido en el sistema, observa esto:
Estás viviendo desde un contexto de miedo. Si, de miedo.
Y puedo asegurarte que tú no quieres estar parado ahí. Pero tu diálogo interno, la conversación en la que estás existiendo, no te permite otra cosa.
Es asunto de parar y ver.
Y elegir.
Y tomar acción.
No se trata de dejar de sentir el miedo, no se trata de resistirlo, no se trata de conquistarlo.
El miedo ahí está y funciona.
Se trata de tomar responsabilidad sobre el miedo que sentimos y desde ese espacio, elegir actuar.
A pesar del miedo.
Eso es lo que hacen los valientes: actuar a pesar del miedo.
El liderazgo no puede estar basado en el miedo. Porque el miedo no conduce a ningún lugar nuevo. El liderazgo se trata de ver e ir más allá a pesar del miedo.