Revista Cultura y Ocio

“En la noche de los cuerpos”, de Esther Ginés

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«La ilustración de la cubierta es un cuadro de Soledad Velasco

para reconocer en la sed mi emblema
para significar el único sueño
para no sustentarme nunca de nuevo en el amor
he sido toda ofrenda
un puro errar
de loba en el bosque
en la noche de los cuerpos
para decir la palabra inocente

“En la noche de los cuerpos”, de Esther Ginés

Cubierta de: ‘En la noche de los cuerpos’

Han tenido que pasar cuatro años para que Esther Ginés nos presente su nueva novela. Si en El sol de Argel (2013) se podía ver la influencia de Camus, en En la noche de los cuerpos la obsesión marca la totalidad de la novela.
A partir de aquí voy a dejar hablar a Esther para que nos cuente lo que está detrás del título.
“El título, En la noche de los cuerpos viene de un verso de Alejandra Pizarnik que a mi me gusta mucho. Siento una fascinación por ese verso y aunque no tiene una relación muy directa con la historia de la novela en sí, si que me parece que hay momentos decisivos en ella que están muy vinculados a la noche, y toda la historia si que tiene ese aura de tragedia que envuelve un poco la poesía de Pizarnik.”

“La idea de En la noche de los cuerpos surge de un tema que a mi me gusta mucho que son las obsesiones, porque me parece que en el mundo artístico está dominado por obsesiones aunque algunos artistas no lo reconozcan; y quería ambientarla en el mundo del arte porque en él casi siempre entra en juego una persona más cuando hablamos del retrato, hablamos de la participación de “las musas”, véase Pablo Picasso y su relación atormentada y muy obsesiva con sus musas, o en el caso de Dante Gabriel Rossetti Elizabeth Siddal, a la que conoció como musa de John Everett Millais al ver el cuadro Ophelia, cuadro que me ha gustado siempre y que en cuanto pensé en el mundo de la obsesión me vino a la cabeza relacionar ambas historias y hacer un paralelismo entre los protagonistas de la novela y lo que vivió ese pintor con su musa.”

“Atardeceres en los que acariciamos el adorado sueño parisino de la buhardilla en Montmatre, donde por primera vez él dejó caer que necesitábamos una tercera persona en muestras obras.”      [Pág. 105-106]

“En la novela, la protagonista, Cecilia Quirós realiza una especie de desnudo suyo, una especie de confesión, una expiación de esa culpa. Decidí contar la historia de este triángulo desde el punto de vista del personaje que a mí me parecía fundamental que era Cecilia, y también porque me parecía el más gris de todos, ni blanco ni negro, ni víctima ni verdugo, sino las dos cosas. Al principio puede parecer verdugo pues ayuda a urdir todo lo relativo al secuestro de la inocente Laia Garcés, pero también es una víctima, y hay algunos momentos del libro que la vemos más cerca de Laia que de Olivier Soares. Cecilia tiene una carga narrativa muy interesante, y una característica muy especial: una lealtad muy grande a Olivier, con el que mantiene una relación muy tóxica y por el que lo ha dejado todo; por seguir el sueño-obsesión de otra persona, un sueño que acaba siendo una verdadera tragedia, pues Olivier es un “psicópata desequilibrado (página 110)”. Olivier anula a Cecilia, mantienen una relación profundamente destructiva y se puede ver un cierto paralelismo con la historia de Millais y Elizabeth Siddal.”
Al final todo acaba en un despropósito.

En La noche de los cuerpos encuentro dos partes claramente diferenciadas. La primera es la parte en la que la acción prima. Búsqueda-Encuentro-Secuestro. La segunda es más introspectiva ya que es donde se analiza el acontecimiento que cambiará la vida a los tres protagonistas. Esta segunda parte, más literaria si cabe, es donde está el meollo de la novela fruto de la reflexión de la autora sobre el arte y, en especial, la pintura.

“Una cosa me queda por resaltar: Esther Ginés es una de las mayores promesas-realidades que tiene la literatura actual en español.”

Y esto es lo que nos cuenta la editorial sobre la novela:
En esta novela Olivier es un pintor obsesionado con la idea de crear una obra que trascienda. En un momento de crisis creativa, decide buscar una musa que inspire su trabajo. Se fija en una joven desconocida, Laia, en la que ve todo lo que lleva tiempo persiguiendo. Toma la decisión de secuestrarla y convertirla así en el centro de sus obras. Es Cecilia, la que hasta ahora ha sido su musa, la que le ayuda a llevar a cabo este acto que cambiará las vidas de los tres y los unirá de un modo peligroso y adictivo. 
Contado a través de la voz de CeciliaEn la noche de los cuerpos es un relato desgarrador sobre los límites de la obsesión, el papel de la mujer en el mundo del arte y la expiación de la culpa.
El cuadro que ilustra la cubierta de este libro es obra de Soledad Velasco, pintora figurativa expresionista, y forma parte de una serie de cinco piezas inspiradas en el argumento de esta novela.

“En la noche de los cuerpos”, de Esther Ginés

Esther Ginés

La autora:
Esther Ginés (Ciudad Real, 1982) es periodista especializada en literatura y escritora. Ha trabajado tanto en prensa digital como en temas de gestión de contenidos y redes sociales, y también colabora de manera asidua con varios medios de comunicación. En el ámbito editorial, ha sido lectora de manuscritos y ha desarrollado su trabajo en departamentos de prensa. Es autora del blog literario Un día en Macondo.
En 2013 publicó su primera novela, El sol de Argel (Ediciones Carena), y ha participado en varias antologías, entre ellas Cine y Moda (Pigmalión, 2015). En la noche de los cuerpos es su segunda novela.

El libro:
En la noche de los cuerpos ha sido publicado por la Editorial Adeshoras en su Colección Novela. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 181 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con casa del Libro.

Como complemento pongo un vídeo grabado por Esther Ginés en el que nos habla de su novela En la noche de los cuerpos.

Para saber más:
http://undiaenmacondo.blogspot.com.es/
https://twitter.com/esthergines?lang=es

“En la noche de los cuerpos”, de Esther Ginés

John Everet Millais, Ofelia. 1851. Óleo sobre lienzo, 76,2×111,8 cm. Tate Britain. Londres

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