En profundidad: Attack the block

FICHA TÉCNICA

Dirección: Joe Cornish

Guión: Joe Cornish

Producción: Nira Park y James Wilson

Música: Steven Price

Fotografía: Thomas Townend

Montaje: Jonathan Amos

Diseño de producción: Marcus Rowland

Vestuario: Rosa Dias

FICHA ARTÍSTICA

Sam: Jodie Whittaker

Moses: John Boyega

Pest: Alex Esmail

Dennis: Franz Drameh

Jerome: Leeon Jones

Biggz: Simon Howard

Brewis: Luke Treadaway

Ron: Nick Frost

Argumento:

Attack the block sigue una pandilla de chicos duros del centro de la ciudad que atracan a Sam cuando se dirigía hacia su casa en el sur de Londres. Ella huye cuando la banda es atacada por una pequeña criatura alienígena que cae del cielo.

Mientras que Sam acude a la policía, una segunda oleada de criaturas cae en la ciudad.

La banda al completo toma las armas, montan sus bicicletas, y se disponen a defender su territorio. Pero esta vez, las criaturas son mucho más grandes, salvajes y bestiales, y no parece que nada se pueda interponer en su camino.

Attack the block es entretenida, sobre todo enfocada a la juventud, así que posiblemente enganche más a ese tipo de público que a otro. Si bien es cierto que ya que estamos ante una película de aliens con un grupo de adolescentes como protagonistas, se echa en falta a veces algo más de acción o de sangre y esas cosas que tanto suelen gustar.

Se agradece que los monstruos sean sencillos y no demasiado rebuscados, para no perder efectismo y no está de más decir que tienen alguna escena curiosa cuando se enfrentan a los chavales.

Lo malo es que uno no termina de empatizar con los protagonistas y que algunos de los personajes están bastantes desaprovechados, como el Ron de Nick Frost, que podría haber dado mucho más juego. También resulta sorprendente que casualmente el líder del grupo se llame Moses – Moisés en español-, a modo de guía y salvador de todos los demás y que se levanta como un niñato del guetto más pero termina convertido en héroe. Eso sí, John Boyega lleva el peso tranquilamente y con muy buen hacer.

Mención aparte los dos chavalines pequeños que idolatran al grupo y quieren ser como ellos. Le dan el punto cómico -otro más- y hasta tierno de la infancia, aunque sin olvidar que estamos en un barrio tipo Bronx pero en británico.

De las cosas buenas que tiene la cinta es el humor, usado en abundancia, una fotografía bastante bien realizada técnicamente y una banda sonora plagada de electrónica que anima bastante. Uno saldrá con energías del cine después de verla por el ritmo que lleva toda la acción, aunque lamentablemente, no es una película que vayamos a recordar por la eternidad. Eso sí, cumple su función, que es entretener.