En profundidad: El payaso

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Selton Mello

Guión: Selton Mello, Marcelo Vindicato

Producción: Vania Catani

Fotografía: Adrian Teijido

Montaje: Selton Mello, Marilia Moraes

FICHA ARTÍSTICA:

Benjamín/Pangaré: Selton Mello

Valdemar/Puro Sangue: Paulo José

Guillermina: Larissa Manoela

Lola: Giselle Mota

Argumento:

Benjamim (Selton Mello) y Valdemar (Paulo José) forman la fabulosa pareja de payasos Pangaré y Puro Sangue. Benjamim es un payaso sin documento de identidad ni certificado de residencia. Lleva una vida ambulante en compañia del divertido grupo del circo Esperanza. Pero Benjamim cree que perdió la gracia en una aventura vivida durante un sueño.

Si rara es la ocasión en que nos llega cine hispanoamericano de países que no sean Argentina o México, más raro es todavía que nos llegue material procedente de Brasil. Sin embargo, no por su rareza mercantil, sino por su calidad, es por lo que El payaso destaca en mayor medida. Selton Mello dirige y protagoniza este film sobre la búsqueda de la propia identidad y de la felicidad.

La imagen del payaso como metáfora de profunda melancolía ha formado parte de la cultura europea desde el Renacimiento, cuando en la Comedia dell’Arte italiana se introdujo el popular personaje de Pierrot, el payaso vestido de blanco con una lágrima dibujada en la cara. Desde entonces siempre ha existido la leyenda o creencia de que las personas que dedican su vida a hacer reír a los demás, son acuciadas por una enorme tristeza en sus vidas privadas. Y esto es lo que le pasa a Benjamín: “Yo hago reír a la gente…¿pero quién me hace reír a mí?” es lo que se pregunta este entrañable payaso, quien como la mayoría de nosotros está tan convencido como equivocado de que nuestra felicidad está en el exterior, en vez de en nuestro interior.

Así nuestro payaso se embarca en un viaje por el Brasil rural, en busca de varias cosas, pero sobretodo, de sí mismo. Por el camino, las situaciones y personajes absurdos y surrealistas se suceden, aunque quizás por caer bastante en el estereotipo y el histrión, esta parte es lo que hace adolecer la cinta de forma más clara. De todas formas, sus faltas no son suficientes para restarle el encanto y el corazón que posee esta cinta, dramática sí, pero de las que al final te deja con una sonrisa en la cara.