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Encuentra sentido a tu vida

Por Somospsico

Encuentra sentido a tu vidaNos gustaría contarte una pequeña historia. Una historia de completa superación y amor por la vida. Una historia en la que nunca se dio nada por perdido y se luchó cada día por hallar ese resquicio de esperanza y optimismo que siempre está ahí, pero que no siempre logramos ver.

Se trata del caso de Viktor E. Frankl (1905-1997), un austriaco hijo de judíos que siempre se había interesado por los problemas existenciales de los jóvenes de su época. Amante de la filosofía y de las ciencias, jamás se imaginó que sería su propia experiencia la que confirmaría sus creencias acerca del sentido de la vida.

Viktor, ante la ocupación nazi de Austria, tuvo la oportunidad de marcharse a los Estados Unidos a continuar su trabajo como psiquiatra y psicoterapeuta. Sin embargo, a pesar de tener el visado para el traslado, decidió quedarse allí para no abandonar a sus pacientes y compatriotas.

Él sabía que acabaría en un campo de concentración, pero según sus palabras “trabajar en un campo de concentración ofreciendo apoyo mental sería incomparablemente más lleno de sentido que solamente ser un psiquiatra en Manhattan..."

Y eso fue lo que hizo. Soportar las crueldades y el sufrimiento de aquel campo al que fue destinado. Sin embargo, sorprendentemente esta experiencia le enriqueció de por vida. Sabía que tenía cientos de cosas por las que luchar, de forma que era esencial seguir viviendo.

Gracias a ello, al hecho de que existía la posibilidad de reencontrase con su familia, o de que al salir de allí podría continuar ayudando a cientos de personas, Viktor se hizo fuerte.

Como él mismo relataba: “estando muerto de frío, de pronto me vi de pie en la plataforma de un salón bien iluminado, agradable y caliente, dando ¡una conferencia sobre la Psicología de un Campo de Concentración! visto y descrito desde la mirada distante de la ciencia. Mediante este método, logré con cierto éxito, distanciarme de la situación, pasar por encima de los sufrimientos del momento y observarlos como si ya hubieran finalizado. De tal manera transcurrido que tanto yo como mis dificultades se convirtieron en el objeto de un estudio psicocientífico interesante”

Finalmente Viktor acabó saliendo de los diferentes campos de concentración en los que estuvo, y lo hizo mucho más enriquecido de lo que había entrado. A pesar de que su familia había muerto, él sabía que siempre tendría una misión que cumplir, por lo que no podía rendirse.

Esperamos que esta historia te haya ayudado a reflexionar. Por muy difícil que nos parezcan a veces nuestras vidas, siempre habrá algo por lo que luchar. Un sueño por cumplir que aún nos está esperando y que nos ayudará a no bajar los brazos jamás. Porque quizá el sentido de la vida no esté en no caerse, sino en aprender de la caída.

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foto|nuttakit


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