Revista Cultura y Ocio
San Sebastián acaba de ser elegida Capital Europea de la Cultura 2016.
"Bajo el lema "Olas de energía ciudadana", San Sebastián ha conseguido convencer al jurado con un proyecto titulado "Cultura para la Convivencia". Tal y como explica el propio proyecto, la candidatura de San Sebastián demuestra que la propuesta vencedora ya no puede ser un compendio de conciertos o actividades, sino que debe ofrecer algo más y hacer hincapié en los problemas que tiene la ciudad y en la manera en la que la capitalidad servirá para resolverlos.
En este caso, la propuesta de San Sebastián considera que ser Capital Europea de la Cultura supone una oportunidad para ''fortalecer el compromiso social por los derechos humanos y la rebeldía cívica contra cualquier forma de exclusión y de violencia'' y para ''avanzar hacia un clima de concordia cívica desde la que establecer la arquitectura emocional del futuro''.
Me alegro doblemente. Primero porque es una ciudad que he frecuentado y me parece espléndida. En su arquitectura, en su gastronomía, en su magnífica ubicación. Segundo, porque creo que es un buen paso para llegar a la "normalización" y puede servir para proyectar a Europa y al resto del mundo la realidad de Donostia y del conjunto de Euskadi.
Por supuesto, esta decisión del jurado ha provocado críticas, por activa y por pasiva, al que han acusado de utilizar argumentos políticos en su decisión.
Las reacciones políticas más duras han venido por parte de dos socialistas. La ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, que ha manifestado con visible enfado «el camino hacia la paz se refuerza de otra manera, dejando las armas y diciendo que punto y final, aquí lo que se decidía es la Capital de la Cultura».
Y el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, que ha considerado un "disparate" la elección de San Sebastián como Capital Europea de la Cultura en 2016 y ha añadido que el jurado "ya tendrá tiempo de arrepentirse".
Ni que decir lo que opina la derecha, tanto política como mediática, sobre la decisión de que sea elegida una ciudad cuyo alcalde pertenece a Bildu. Estos próximos días tendremos que escuchar toda suerte de anatemas y desgracias venideras. Prepárense.
¡Mi enhorabuena!