Fundamentos de la fiebre de enjambrazón: Las feromonas regulan la vida social de la colmena. Al eliminar la reina desaparece la sustancia real que inhibe la formación de celdas reales y el desarrollo de los ovarios de las obreras. La cría a su vez, inhibe el desarrollo de los ovarios de las obreras. Si confinamos a una reina en un sector de la colmena, al poco tiempo aparecen una que otra celda real en el sector en que no transita la reina, si colocamos celdas abiertas, son alimentadas y si injertamos celdas cerradas, no son destruidas por las obreras. Aquí también falta la sustancia real (feromonas), y se explica por el hecho de que no es solo olor sino que hay un contacto corporal con la sustancia que se trasmite de abeja en abeja. Al dificultarse ese contacto surge el reflejo en las abejas mas alejadas, de preparar las celdas para futuras reinas. Algo parecido ocurre en la enjambrazón, pero de manera más contundente ya que en este caso, construyen gran cantidad de celdas. La enjambrazón se produce corrientemente en momentos en que se inicia la gran mielada, con grandes flujos de néctar, con gran cantidad de abejas que calientan el nido y dificultan la termorregulación. El néctar compite por espacio con la postura que se ve desplazada hacia abajo, la reina, al no poder poner con la misma frecuencia disminuye la liberación de feromonas, este fenómeno se incrementa en colmenas con reinas viejas ya que éstas de por sí, liberan menos feromonas. Por consiguiente disminuye la sustancia real de la reina y de la larva, al disminuir la postura, ya que ésta también libera feromonas (BP o Brood Pheromone) que inhiben el desarrollo de las celdas reales. Se descubrió también que el 40 % de las obreras al momento de enjambrar, tiene desarrollado los ovarios. Además, se dificulta el contacto entre abejas porque hay muchas en poco espacio, Para poder mantener la temperatura muchas abejas salen fuera del nido formando una especie de barba, hecho que hace más difícil aún la trasmisión de la feromona. Este conjunto de factores hace que las obreras construyan gran cantidad de celdas reales en los bordes de los panales ya que es el último lugar que tuvo acceso la reina para aovar.
Antes de enjambrar las obreras construyen gran cantidad de celdas reales bien dotadas y de excelente calidad. Cuando estas se encuentran operculadas la reina sale con un cortejo de abejas jóvenes en busca de un nuevo lugar para anidar. Al poco tiempo nacen las reinas de ese rosario de celdas que en algunos casos vuelve a producir otros enjambres secundarios, con una o más reinas vírgenes. Normalmente al nacer la primera, las obreras destruyen las demás celdas y no sale un nuevo enjambre. Estas celdas reales son denominadas “celdas de enjambrazón” y son consideradas de muy buena calidad para la reproducción de la colonia ya que se produce en situaciones normales, por voluntad de la colonia y no motivadas por una emergencia. Los apicultores biológicos que se ajustan a las directrices de la asociación “Demeter”, utilizan solamente este tipo de celdas para hacer nuevos “gajos” y así reproducir sus colmenas. Estos enjambres son muy activos y crecen en forma explosiva, es impresionante el desarrollo que obtienen en pocos días, y este fenómeno se debe a que la colmena al enjambrar sale con la reina vieja pero con muchas abejas nodrizas, que son las que estimulan la postura de la reina sobrealimentándola con jalea, al igual que a las nuevas crías. Son ellas las que rápidamente labran con cera los nuevos panales imponiendo el característico ritmo frenético de crecimiento. Hay otro proceso biológico que se produce en la enjambrazón que seguramente propicia también el vigor notable de los enjambres. Cuando las colmenas entran en la mielada fuerte, el ingreso de miel compite por espacio con la postura de la reina, la miel empuja a la postura hacia abajo y la reina tiene cada vez menos espacio para poner, la postura disminuye y en consecuencia disminuye la cría para alimentar, la reina pierde el atractivo olor que provocan las feromonas, a consecuencia de la disminución de la postura y las obreras son inducidas a formar celdas reales de enjambrazón. A partir de este momento la colonia tiene gran cantidad de individuos, en su mayoría nodrizas y una buena cantidad de abejas jóvenes de mas de 15 días de edad pero, que por no haber alimentado larvas con jalea, se mantienen por más tiempo como si fueran nodrizas. Este fenómeno es similar al que ocurre con las abejas longevas de invierno Cuando el enjambre sale deja un buen numero de abejas “jóvenes longevas” y pecoreadoras que permiten, –junto a una reina nueva- el rápido desarrollo de la colmena. Tanto el enjambre como la colonia que queda tienen suficiente cantidad de abejas productoras de jalea real y de esa forma se mantiene un equilibrio en el desarrollo de ambas colmenas. Hay quienes creen que el fenómeno de enjambrazón también se da cuando cambia bruscamente la temperatura ambiente en época de receso invernal. Este hecho no puede considerarse equivalente a la fiebre de enjambrazón ya que se produce por otro fenómeno. Estas colmenas sufren desequilibrios nutricionales por causas diversas, el aumento de temperatura las impulsa a buscar alimento y como en el medio en que pecorean no hay néctar y polen, emigran a otras regiones buscando sobrevivir. Las enfermedades producen situaciones parecidas y por eso no conviene retener estos enjambres que solo producen problemas. Otras veces las colmenas emigran a consecuencia de saqueos, inundaciones, etc. Situaciones que nada tienen que ver con la enjambrazón. Por lo general estas colonias que emigran por situaciones emergentes, se caracterizan por tener abejas de todas las edades, son más agresivas y no tienen un desarrollo tan explosivo. Normalmente los enjambres salen con la reina de la colmena una vez que las nodrizas opercularon las celdas reales de enjambrazón. Para ese momento la reina a consecuencia de haber disminuido notablemente la postura, tiene reducido el abdomen lo que facilita el vuelo. Este enjambre, que generalmente es el único y sale con la reina de la colmena en condiciones de reiniciar la postura en forma inmediata, emigra a varios kilómetros de distancia, recorrido que puede realizarlo en varias etapas. A los pocos días nace la primera reina de las celdas reales de enjambrazón y las abejas destruyen las otras celdas y ésta queda como la nueva soberana de la colmena. No obstante ocurre en algunos casos que las obreras no destruyen a las celdas después del primer nacimiento y la colonia queda con más de una reina, a veces varias, y vuelve a enjambrar, saliendo este enjambre con varias reinas que luego se vuelven a dividir en nuevos y pequeños enjambres. Estos enjambres secundarios o terciarios se reconocen fácilmente por tener la visita, -por varios días- de los zánganos, que llegan por la tarde en grandes grupos hasta la colmena, persiguiendo a la reina en su vuelo nupcial. Antes de partir definitivamente un enjambre, por lo general vuela alrededor del apiario y se posa cerca del mismo hasta emprender el vuelo final. En este momento envía a las abejas exploradoras a buscar la nueva morada. Estas exploradoras revisan el lugar, si es un cajón con panales viejos los limpian y de golpe desaparecen todas, esto es señal de que en pocos minutos vendrá el enjambre, muy pronto aparece la gran nube de abejas que ordenadamente se va ubicando en su nueva casa. Un método práctico para cazar enjambres: Trasegar colonias silvestres a colmenas racionales de cuadros móviles es una tarea que podría ser para al apicultor aficionado que tiene a la apicultura como un pasatiempo más. Desde el punto de vista práctico, en vez de producir alguna utilidad al apicultor mas bien le trae contratiempos y perdida de material, y si consigue adaptar la colonia silvestre a los cuadros móviles y llevar a su apiario con éxito la nueva colmena, a partir de ese momento comienza una nueva tarea muy engorrosa que lleva mucho tiempo y material; Cambiar cuadros con los panales silvestres por cuadros con alambre y cera estampada, tarea que puede llevar varios años. El método consiste en pasar los panales a un cuadro sin alambres, sujetos por una banda elástica respetando siempre el orden en que estaban. Se deja el cajón con las abejas por unos días en el lugar donde anteriormente estaba la colmena silvestre y luego se la lleva al apiario. Trasegar los enjambres silvestres que merodean el colmenar si están en lugares accesibles puede ser una tarea que no demande mucho trabajo y de alguna utilidad al apicultor, en especial para fortalecer núcleos nuevos que estén un poco atrasados. Si el enjambre todavía no resolvió trasladarse a su destino final, se puede volcar las abejas dentro de un cajón con cuadros de cera estampada o labrada, y agregar un cuadro con cría abierta de otra colmena, ya que las abejas nodrizas, al tener que cuidar de estas crías, no abandonarán el cajón. Es muy común que estos enjambres vagabundos se instalen en cajones vacíos en el depósito o en alzas abandonadas en los apiarios. En nuestra zona tenemos dos periodos de enjambrazón; En el mes de octubre y en el mes de febrero siendo este último el de mayor intensidad. Buena parte de mis colmenas tiene su origen en alguna colmena silvestre que enjambró y se metió en un cajón vacío en el galpón o en los apiarios, o que cacé del monte, pero de cada diez colmenas que se obtienen de esa forma, terminamos con suerte con dos o tres que continúan y se transforman en buena productoras. Algunas son muy enjambradoras y nunca se desarrollan lo suficiente, otras de pequeñas tienden a juntar mucha miel y no forman grandes colonias, ni hablar de las agresivas que dan más trabajo ya que debemos eliminarlas o cambiarles la reina (cosa muy difícil), en fin se consiguen también algunas colmenas muy buenas. En lo que hay que tener mucho cuidado es con los enjambres que salen fuera de temporada ya que estos salen por algún problema en la colonia, ya sea por saqueo de algún predador, por hambre o enfermedades. Estos enjambres se reconocen fácilmente porque son mas agresivos ya que están compuestos por abejas de todas las edades, mientras que los enjambres que se forman por enjambrazón, salen con abejas nodrizas mansas. En fin, hay de todo, yo tuve mucho trabajo y desperdicio de material tratando de mejorar y seleccionar estas colmenas y después de varios años de incorporar reinas de otros criadores conseguí un plantel de colmenas productivas muy sanas, con poca o nada de varroa, muy prolíficas, buenas propolizadoras, defensivas pero manejables, higiénicas, buenas productoras de miel, etc. Permanentemente selecciono y multiplico a las mejores y voy incorporando algunas colmenas que a pesar de ser silvestres, presentan características deseables para nuestro objetivo. Una forma muy práctica de hacerse de colmenas silvestres en gran escala consiste en proveer a los enjambres vagabundos de un lugar acogedor para instalarse (un cajoncito con olor a cera y propóleos y cuadros con cera labrada o en su defecto con cera estampada) El olor a la cera y especialmente el propóleos es un atractivo irresistible para las abejas. En la época de enjambrar, si colocamos a estos cajoncitos en lugares donde normalmente hay buen potencial floral, es probable que en pocos días estén poblados. Por la noche se los traslada al apiario y a otra cosa. Así de simple, con este método he llegado a cazar cientos de enjambres en cada temporada. Como estas colonias conseguidas del monte tienen muy diversas características genéticas, si las dejamos para multiplicar nuestro apiario, es muy probable que de cada 100 enjambres cazados, solamente se transformen unas pocas en colmenas populosas, por lo que, es aconsejable utilizarlos para fortalecer a nuestros núcleos y colmenas en el apiario y eliminar las reinas silvestres cuya procedencia se desconoce. Para fusionar estas colonias adquiridas en el monte debemos colocarlas contiguas a las colmenas que decidimos repoblar y después de unos pocos días de adaptación se elimina la reina salvaje y se los fusiona colocando los panales de cría al medio y los de miel y polen a los costados, sin ningún preparativo previo. No es aconsejable fusionar con un núcleo que tenga una reina con menos de un mes de postura. Para tener éxito cazando enjambres hay que probar en distintos lugares hasta detectar los preferidos por las abejas. Hay lugares, -y no sé decir porqué- que tienen una atracción fatal para los enjambres y otros en los que no entra nada ni por equivocación. Yo coloco los nucleros con los cuadros de descarte, al costado de los caminos vecinales, entre los arbustos, bien disimulados en el pastizal para que no lo encuentren los dueños de lo ajeno. Aquí en la localidad de Saladas provincia de Corrientes, el mes de febrero es clave para cazar enjambres. Y a no extrañarse de que los nucleros colocados de mañana, ya estén ocupados con un enjambre por la tarde. |