Volvemos con #Enredados, una aproximación personal a las personas de carne y hueso que publican en los blogs que leemos cada día. Hoy os traemos a Ana Melm (Migas En La Mesa).
Por: Capitán Rábano.Conozco a Ana personalmente y os aseguro que es lo que parece, lo que has leído en sus post y lo que te has imaginado. Todo eso y más, nunca menos.Mira a los ojos con la seguridad de la que ha asumido un compromiso vital y a la vez se ha curtido en los debates para asentar su dialéctica. Fijaos si está segura de lo que hace y dice que, en contra de toda lógica, se ha quitado esas gafas de pasta que tanto me gustaban y tan bien lucía.
Ana vive comprometida y hace del compromiso una forma de vida. A estas alturas ya sabéis que Ana y yo no compartimos muchas ideas, opiniones e incluso principios, pero somos capaces de compartir, con gusto, tiempo, conversación y unas cañas en la barra de un bar de Lavapiés, que es dónde me ha citado para responder a este pequeño ejercicio inquisitorio. No os lo perdáis, cuenta muchas cosas y lo dice muy claro.Si no conoces su blog, te emplazo a darte una vuelta, no solo porque hay recetas explicadas a la perfección y pesadas al milímetro, sino porque cada publicación está precedida por una entradilla que oscila entre la confesión personal y el ejercicio bouyerístico de una comunidad de vecinos muy al estilo de las escaleras de otros tiempos.Viaja en Metro, vive con un vikingo y un felino que lleva a cabo un experimento social, se implica en movimientos políticos, es intolerante a la lactosa y pesa los ingredientes de las recetas que publica en Migas en la mesa. Disfrutad:
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