Revista Cultura y Ocio
Enric Montefusco llenó Joy Eslava dentro de su concierto en el Escenario Eslava, lo hizo demostrando que s puede emocionar.
Al filo de las 21:15 Enric Montefusco y sus tres compañeros dentro del proyecto enfilaban las escaleras para colocarse (algo más de una hora más tarde de la apertura de puertas) en el escenario. Lo que ha pasado en Joy Eslava esta noche es algo más que un concierto; en la reseña del mismo haremos mención a la música, pero reseñamos que pudo expresarse y hablar sobre el tema de actualidad que afecta a la sociedad, postulando con todo respeto y sosiego su opinión.
Un concierto de tempos claros, de una batería presente y de detalles en las percusiones extras, cuerdas y teclados que aparecieron; una banda que en sala se crece un poco más y una banda que sabe que puede dar, así se podría resumir el concierto, pero empezando por el principio, explicaremos los principales hitos de la noche.
El cuarteto encararía el concierto con un gesto al respecto de lo mencionado y ya en faena dejando que el respetable cantase Meridiana, quedaba claro que el orden del disco es al que se seguiría, llenando de emociones y de gestos el show, miradas entre el cuarteto y respetando tempos para pasar a Todo para todos y Flauta man dos canciones reconocidas y respetadas por el respetable de Madrid, un respetable que deseaba que llegasen para entrar en calor y ver a la banda desplegar su sonido; canciones potentes, altamente reconocibles y coreadas por la sala (llena), esperando que jugasen (como pasó) en el escenario con un gran sonido, luces y puesta en escena. Llegarían en este aspecto sorpresas como Buenas noches, Uno de nosotros y Vida Plena, tres temas intensos que darían paso a una versión de Standstill el aclamado ¿Por qué me llamas a estas horas? canción donde sentíamos con fuerza la referencia de viento (Trombón), canción con el que la sala terminaría de devolver el calor. Concierto excepcional, para enmarcar y sobre todo, para expresarse y volver a conectar con Madrid, ciudad en la que tiene uno de los bastiones más importantes.
La vuelta del camerino, con algo más de cinco canciones en el repertorio nos dejaría sorpresas, pediría permiso (espejando la duda interna de la banda) de si tocar o no El riu de L'Oblit, canción en catalán que se volvió emotiva en las dos partes de la sala, pero quedaba el ocaso, una cover de Albert Pla (llamado en forma de guiño por Enric como Alberto Pla) conocida en su repertorio como es Todo es mentira y la mención a Adelante Bonaparte (I) como guiño a Stanstill. Cerraría con Obra Maestra y Todo para todos entre el respetable, subidos a sillas y ganándose el silencio.
Como reflexión final podríamos dar un pequeño detalle no mentado; Enric Montefusco como entidad y persona supo ser respetuoso, profesional, empatizar, ser humano y trasladarnos su disco, emociones y ser transparente; algo que a día de hoy es un lujo; es de agradecer que su atención y respeto a los asistentes se tradujese en el gran concierto que se esperaba por parte de un genio de esta generación musical. #Más fotos en Flickr.
Al filo de las 21:15 Enric Montefusco y sus tres compañeros dentro del proyecto enfilaban las escaleras para colocarse (algo más de una hora más tarde de la apertura de puertas) en el escenario. Lo que ha pasado en Joy Eslava esta noche es algo más que un concierto; en la reseña del mismo haremos mención a la música, pero reseñamos que pudo expresarse y hablar sobre el tema de actualidad que afecta a la sociedad, postulando con todo respeto y sosiego su opinión.
Un concierto de tempos claros, de una batería presente y de detalles en las percusiones extras, cuerdas y teclados que aparecieron; una banda que en sala se crece un poco más y una banda que sabe que puede dar, así se podría resumir el concierto, pero empezando por el principio, explicaremos los principales hitos de la noche.
El cuarteto encararía el concierto con un gesto al respecto de lo mencionado y ya en faena dejando que el respetable cantase Meridiana, quedaba claro que el orden del disco es al que se seguiría, llenando de emociones y de gestos el show, miradas entre el cuarteto y respetando tempos para pasar a Todo para todos y Flauta man dos canciones reconocidas y respetadas por el respetable de Madrid, un respetable que deseaba que llegasen para entrar en calor y ver a la banda desplegar su sonido; canciones potentes, altamente reconocibles y coreadas por la sala (llena), esperando que jugasen (como pasó) en el escenario con un gran sonido, luces y puesta en escena. Llegarían en este aspecto sorpresas como Buenas noches, Uno de nosotros y Vida Plena, tres temas intensos que darían paso a una versión de Standstill el aclamado ¿Por qué me llamas a estas horas? canción donde sentíamos con fuerza la referencia de viento (Trombón), canción con el que la sala terminaría de devolver el calor. Concierto excepcional, para enmarcar y sobre todo, para expresarse y volver a conectar con Madrid, ciudad en la que tiene uno de los bastiones más importantes.
La vuelta del camerino, con algo más de cinco canciones en el repertorio nos dejaría sorpresas, pediría permiso (espejando la duda interna de la banda) de si tocar o no El riu de L'Oblit, canción en catalán que se volvió emotiva en las dos partes de la sala, pero quedaba el ocaso, una cover de Albert Pla (llamado en forma de guiño por Enric como Alberto Pla) conocida en su repertorio como es Todo es mentira y la mención a Adelante Bonaparte (I) como guiño a Stanstill. Cerraría con Obra Maestra y Todo para todos entre el respetable, subidos a sillas y ganándose el silencio.
Como reflexión final podríamos dar un pequeño detalle no mentado; Enric Montefusco como entidad y persona supo ser respetuoso, profesional, empatizar, ser humano y trasladarnos su disco, emociones y ser transparente; algo que a día de hoy es un lujo; es de agradecer que su atención y respeto a los asistentes se tradujese en el gran concierto que se esperaba por parte de un genio de esta generación musical. #Más fotos en Flickr.