¡¡Segunda ensalada en menos de una semana!!
¡Hasta yo misma estoy sorprendida!
El verano agoniza, y yo empiezo a desplegar un recetario más propio de las primeras semanas de julio que de principios de septiembre. Como siempre, navego a contracorriente. Y no lo hago a posta, de verdad. Pero si quería lanzar a tiempo mi segunda propuesta para el #RetoABCRice, tenía que darme prisa. Ahora o nunca, me dije.
Si lo recordáis, ya os hablé de este reto en la primera receta que publiqué con este motivo, la de la tarta de pudding de arroz italiano, y que tantísimo os gustó. Por eso no me voy a entretener en contaros, otra vez, en qué consiste. En esta ocasión, quiero centrarme en la receta, porque para mí no es una simple ensalada. Significa mucho más.
Porque para elaborarla, he utilizado...
¡¡¡Mi primer lomo de salmón marinado!!!
Nunca antes lo había hecho. ¡¡Y eso que me encantaba!! Pero era una de esas elaboraciones que una (erróneamente) intuye que son demasiado engorrosas, y jamás baraja la posibilidad de intentarla en su casa. De hecho, han pasado la friolera de 15 años desde la última vez que lo comí. Lo preparaba la mujer de mi abuelo. Por lo que únicamente lo podía catar cuando pasábamos una temporada con ellos en Elche o, anteriormente, en Santa Pola. Durante toda una década, me he conformado con el recuerdo que dejó en mi mente este manjar. Hasta hace una semana.
Si no llega a ser por una amiga de la piscina que, al saber de mi afición por la cocina en general, me contó entusiasmada que había preparado, también por primera vez, un lomo de salmón marinado y le había maravillado, no me llego a animar a hacerlo. Ella me explicó cómo lo hizo y yo tomé buena nota mental de todo cuanto me dijo. Deseando ponerme manos a la obra, al día siguiente, a primera hora de la mañana, ya estaba yo en el mercado a por mi pedacito de salmón. Es un proceso lento, pero el resultado es EXCELENTE.
Para elaborarlo, seguí los pasos que ella me mencionó y los completé poniendo en práctica todos los consejos y tips que me fuisteis dando todos vosotros a través de Instagram (¡¡mil millones de gracias a todos los que me echasteis una mano y me contasteis vuestros trucos, sin ellos no me hubiera quedado tan requetebueno!!)
Tan solo lamento no haberme animado mucho tiempo antes. No tiene la más mínima complicación y, a quienes, como a mí, os gusten esta clase de pescado y este tipo de elaboraciones, os entusiasmará. Lo haréis muy a menudo. Estoy segura. Porque queda rico, tiernísimo y suave. Además, va con todo y es la mar de socorrido.
Está delicioso sobre una tostada con un buen aceite de oliva virgen extra. Es excelente acompañado de queso de Burgos. Se puede hacer en revuelto o añadirlo a cualquier ensalada. De hecho, yo hoy os lo presento en forma de ensalada. Una ensalada de arroz negro BLACK ECO, de ABC Rice, una variedad de arroz integral muy aromática y con un elevado contenido en fibra. Es precisamente el sabor tan particular de este original arroz el que hace que combine de maravilla tanto con el dulzor del melocotón como con la vinagreta de mango y miel, así como con mi querido salmón.
No me enrollo más, que seguro que después de tanta palabrería estáis deseando echar un vistazo a la receta.
Con esta receta participo en el Reto ABC Rice ;).
Ensalada de arroz negro con salmón marinado y vinagreta de mango:INGREDIENTES (Para 3 raciones):
- 210g de arroz BLACK ECO
- Un lomo de salmón (de unos 500g, aproximadamente; aunque nosotros vamos a utilizar la mitad)
- 250g de sal gruesa
- 250g de azúcar
- Eneldo
- 1 melocotón
- Sal fina
- Aceite de oliva virgen extra
- Para la vinagreta de mango:
- 1 mango maduro
- 5g de vinagre de vino blanco
- 30g de aceite de oliva virgen extra
- Pizca de sal
- 2 cucharadas de miel de flores
ELABORACIÓN
- Comenzamos preparando el salmón marinado. Para ello, congelamos un lomo de salmón de unos 500g durante unas 48h, para matar el anisakis. Pasado este tiempo, lo descongelamos dentro del frigorífico.
- Mezclamos la sal gruesa con el azúcar y el eneldo (de media a una cucharada, dependiendo de lo que os guste su sabor). En una fuente un poquito más grande que la pieza de pescado, repartimos la mitad de la marinada. Encima, con la piel hacia abajo, colocamos la pieza de salmón, que cubriremos con el resto de la mezcla de sal y azúcar. Tapamos con papel film, colocamos peso encima (unos bricks, botes de conserva o latas de refresco), lo aseguramos con unas gomas elásticas, y dejamos que el salmón vaya perdiendo humedad durante unas 22 horas.
- Pasado el tiempo de marinado, sacamos el pescado del frigorífico, lo lavamos bien y lo conservamos en una fuente, tapado con papel film hasta dos semanas. En nuestro caso, para la cantidad de arroz que vamos a preparar, utilizaremos solo la mitad.
- Por otra parte, ponemos el arroz a remojo durante unas 5-6 horas.
- En una cazuela, calentamos litro y medio de agua con sal y un chorrito de aceite de oliva virgen extra hasta que entre en ebullición. Escurrimos el arroz y lo añadimos a la cazuela. Cuando el agua vuelva a hervir, cocinamos nuestro arroz durante 30 minutos. Pasado este tiempo, colamos el exceso de agua y lo dejamos enfriar.
- Mientras tanto, elaboramos la vinagreta. Para ello, pelamos y quitamos el hueso al mango. Lo cortamos en trozos y lo añadimos al vaso de la túrmix. Agregamos, al mismo tiempo, una pizca de sal, vinagre, aceite de oliva y miel. Con la batidora, trituramos todo hasta obtener una emulsión. A continuación, reservamos dentro de la nevera hasta el momento de usarla.
- Pelamos y cortamos en dados un melocotón. Cortamos por la mitad el lomo de salmón (la otra mitad la conservamos en la nevera y estará deliciosa cortada en finas lonchas sobre unas tostadas con queso fresco). A su vez, con un cuchillo afilado, cortamos la pieza en lonchas de medio centímetro.
- Con todos los ingredientes preparados, montamos nuestra ensalada. En primer lugar, en un cuenco amplio, mezclamos el arroz con los daditos de melocotón. Añadimos la vinagreta y removemos con suavidad. Pasamos a una fuente de servir y colocamos encima las lonchas de salmón.
¡¡Un besazo!!